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Un bloque sin pegada

  • Miguel Ángel Lotina opta por un cambio de sistema con respecto al pasado a la búsqueda de un mayor control · La ineficacia ofensiva es su principal handicap

Si la temporada pasada Miguel Ángel Lotina apostó por una línea de cinco en defensa, con tres centrales y dos carrileros, para esta Liga el técnico vasco ha abandonado esa fructífera idea que le otorgó la permanencia y ha apostado por intentar dotar a su equipo de un mayor control del juego. Pero, de momento, sin resultado. La baja de Coloccini le ha quitado solidez defensiva y ninguno de los dos refuerzos que han llegado para la zaga, Colotto y Zé Castro, han alcanzado el nivel del argentino.

La presencia del equipo deportivista en la Copa de la UEFA ha provocado que Lotina realice continuas rotaciones en el once, sobre todo de mediocampo hacia delante. Únicamente el mexicano Guardado aparece como indiscutible, ya sea en la banda izquierda o incluso realizando labores en la mediapunta. Como delantero, Lotina sigue sin encontrar a su ariete ideal, aunque Riki se ha ganado la confianza tras su gol en la Copa. La falta de pegada del Deportivo le está condenando en este comienzo de campeonato y ninguna de las variantes en ataque le está aportando soluciones.

El debate sobre la conveniencia de recuperar el sistema de antaño se ha resucitado, pese a los intentos de Lotina de apostar por un fútbol más ofensivo. La recuperación de Valerón, que poco a poco va alcanzando un nivel óptimo, le podría abrir las puertas de ese fútbol más atrevido, objeto de deseo del entrenador vasco.

sin balón

Como todos los equipos de Lotina y más aún cuando actúan como visitantes, el Dépor se repliega en su propio campo e intenta juntar las líneas al máximo. Únicamente el Valencia consiguió desbordarlo fuera de Riazor, aunque en la UEFA ha ofrecido una mala imagen en los dos partidos que ha actuado de visitante. La falta de velocidad de los centrales es uno de sus puntos débiles y tampoco destaca por robar demasiados balones en zonas peligrosas.

El punta es el primero en iniciar la presión y el mediocampo se define en un doble pivote que retrasa su posición junto con la defensa, pero no acaba de alcanzar la contundencia del año pasado. La presencia de Aranzubia en la portería ofrece altibajos y, sobre todo, problemas en los balones aéreos, ya sean en juego directo o a balón parado.

con balón

El juego con balón se marca al ritmo de Andrés Guardado, que abarca casi todas las jugadas de ataque. Si conecta en el terreno de juego con Lafita o Valerón su fútbol gana enteros, aunque sin llegar a tener la profundidad necesaria para desarbolar a los rivales. Filipe suele incorporarse al ataque, aprovechando los espacios que generan las diagonales de Guardado.

Hasta ahora la mejor combinación encontrada por Lotina aparecía con Mista como único delantero titular, pero el buen trabajo realizado por Riki en los últimos partidos le ha hecho ganar enteros, muy por delante de Omar Bravo o Bodipo. Mista y Riki otorgan mayor movilidad al ataque, mientras que el recién llegado mexicano no parece cómodo como único punta.

lo mejor

La capacidad de Lotina para buscar soluciones a las carencias del equipo. La zurda de Guardado quizás represente a una de las mejores del campeonato.

lo peor

La falta de gol, algo que se ha convertido en una verdadera obsesión. Sólo cinco tantos en ocho jornadas y sólo uno de un delantero lo dice todo.

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