Tenis l Abierto de Australia

En busca de una hazaña posible

  • Rafael Nadal comienza el primer gran torneo sabiendo que puede ser número uno

"¡Vaya! No hay ninguno de los que me complican...". Rafael Nadal acababa de estudiar el cuadro del Abierto de Australia, y para su alegría descubría que a sus rivales más duros, aquellos que se le atragantan, no se los encontraría antes de la final.

Si es que llega a ella, claro. Pero Nadal, que sigue fiel a su perfil bajo, que sigue viendo el tenis partido a partido, sabe que este año tiene, más que nunca, la obligación de llegar lo más lejos posible en Australia. Porque el sueño del número uno, dicen las cifras, es posible.

Nadal será número uno si gana el torneo y el suizo Roger Federer no llega a semifinales. Si Federer llegara a las semifinales quedarían empatados a 6.630 puntos, pero el suizo mantendría el liderazgo por su mejor suma de puntos en los 14 torneos obligatorios que dan forma a la clasificación mundial.

Pero incluso sin ganar el torneo -necesita llegar a la final-, Nadal puede ser número uno. Eso sí, necesitaría que Federer no llegase hasta la tercera ronda.

Demasiado complicado, sí, pero el hecho de que el número uno sea posible es ya un logro para Nadal, segundo del ranking desde hace tres temporadas.

"Voy a dar lo mejor, creo que estoy preparado", dijo con su habitual laconismo a la hora de los pronósticos. "¿Expectativas? Jugar bien", agregó.

Lo cierto es que, por primera vez desde que es número tres del mundo, el serbio Novak Djokovic no está en el sector del cuadro de Nadal. Y tampoco están el argentino David Nalbandian y el español David Ferrer -dos hombres ante los que tropezó en 2007-, ni el ídolo local Lleyton Hewitt. Si se los cruza, será en la final.

En octavos, en cambio, puede medirse a su amigo y compatriota Carlos Moyà, al que venció en un tie-break en el tercer set tras cuatro horas de lucha en las semifinales de Chennai, en el partido más largo a tres sets de los últimos 15 años.

"Me encantaría estar en la cuarta ronda con Moyà. Pero antes tengo que ganar la primera. Siempre lo mismo. Ustedes me preguntan siempre lo mismo y yo respondo siempre lo mismo", dijo el jugador manacorí.

Más allá de su prudencia, sería una enorme sorpresa que Nadal no ganara en su partido de primera ronda. Su rival es el serbio Viktor Troicki, de 21 años y 126 del mundo. Curioso, porque Nadal tiene la misma edad -apenas cuatro meses mayor-, y las distancias entre ambos difícilmente podrían ser mayores.

De alguna manera el torneo comenzará realmente en segunda ronda para el español, aliviado porque las temperaturas de 42 grados de algunos días atrás son sólo recuerdo en Melbourne.

"Fue terrible", dijo Nadal, que tiene en Melbourne un desafío añadido, cortar las especulaciones acerca de su forma física. Unas especulaciones derivadas de las sorprendentes declaraciones hechas en noviembre por su tío y entrenador Toni Nadal, y del 6-0 y 6-1 que le asestó el ruso Mijail Youznhy en la reciente final de Chennai.

Pero ya antes de comenzar a jugar Nadal tiene alguien que apuesta a su favor: el mismísimo Federer. Cuando los periodistas le insistieron acerca de potenciales rivales en su lucha por el título, el suizo casi se burló de los periodistas. "¿Qué quieres que te diga? Rafael Nadal, sorprendentemente. Muchachos, por favor...".

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