betis - llagostera · el otro partido

Un cambio en falso

  • La entrada de N'Diaye descolocó al equipo y lo dejó huérfano de bandas.

No en pocas ocasiones Pepe Mel ha tocado la tecla justa con los cambios. En su etapa anterior al frente del Betis y en ésta. Pero no siempre se puede acertar. Y no es que estuvieran mal hechos, sino que la aportación de los tres jugadores que entraron de refresco fue nula. Al contrario. Descolocaron a un conjunto que estaba bien organizado, pese a los fallos atrás para defender a balón parado y las acometidas del Llagostera, e impidieron la reacción tras el empate porque Mel se quedó sin bandas ni jugadores que generasen juego.

Defensa

La vida sigue igual en la retaguardia. El Betis concede mucho al rival, demasiado, pero el acierto de los de arriba y las paradas de Adán decantan a menudo la balanza. Sólo hace falta un buen lanzador de faltas o saques de esquina para que el conjunto verdiblanco se eche a temblar. Las marcas, y esto atañe a todo el equipo, no están bien sujetas y los desajustes provocan que demasiado a menudo los contrarios rematen con total libertad. Cierto es que el primer gol visitante llegó en fuera de juego, pero no menos lo es que en el segundo palo había dos futbolistas completamente solos. Y lo peor es que no es algo casual, sino una constante que genera mucho peligro.

Con Xavi Torres aguantando el centro del campo, Dani Ceballos pudo mirar más hacia arriba que hacia atrás, pero cuando entró N'Diaye por Portillo en busca de la superioridad en la medular el Betis perdió el mando, porque se descuadró. El senegalés lo mismo estaba en el centro, defendiendo casi en el córner, donde le señalizaron una falta muy dudosa que propició el empate, o casi en el área rival. Despliegue físico sin control, braceando demasiado y saltando contra el bulto.

Ataque

Con Kadir y Portillo se apuesta más por un fútbol de toque que por las bandas. El problema es que en la primera parte los laterales no dieron el paso adelante y el Betis, salvo apariciones del argelino, el malagueño o Rubén Castro, tenía poca presencia por los costados. En el segundo tiempo se animaron Molinero, sobre todo, y Casado, pero sin Portillo ni Kadir se perdió toda opción de sorprender por las bandas. Vadillo no aprovechó la oportunidad y apostó por conducir hacia el centro. Sin embargo, al Betis le hace falta poco para hacer gol. Rubén Castro aprovechó sus ocasiones y esta vez Jorge Molina, que tuvo varias opciones en los dos arreones locales, uno por cada periodo, no acertó en esta ocasión cortando su racha como goleador en el Benito Villamarín tras nueve jornadas seguidas viendo puerta en casa -igualó el récord de Domínguez de la 50-51, pero no lo supera.

Virtudes

Reaccionó bien al 0-1 el conjunto de Mel apostando por fútbol de combinación. Llegó mucho, pero sin puntería.

Talón de Aquiles

Defender las acciones a balón parado es un problema que no se acaba de solucionar.

Uno por uno

Adán El segundo gol hace un extraño efecto y reacciona tarde. Nada que hacer.

 

Molinero Más entonado que últimamente, debió terminar algún ataque con ventaja.

 

Bruno Está en forma y eso se nota cuando va al corte.

 

Jordi Muy mal en las marcas y en la salida del balón.

 

Casado Aguantó el tipo pese a verse señalado por la grada.

 

Xavi Torres Sujetó el centro del campo mientras pudo.

 

Dani Ceballos Tras una buena primera parte, estuvo desaparecido en la segunda.

 

Kadir Genera mucho en ataque, pero da la sensación de que se queda siempre a medias.

 

Portillo Pidió el balón, organizó y creó. Sin él llegó el paso atrás.

 

Jorge Molina Muy activo, pero esta vez se cruzó con René. 

 

Rubén Castro Un goleador. Fallón en el primer tiempo, ejecutor en el segundo.

 

Vadillo No aprovechó su ocasión.

 

N'Diaye Desubicado en el campo. Físico sin control.

 

Renella Sin tiempo ni balones para hacer más que intentarlo.

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