rijeka · informe técnico

La continuidad, esa quimera

  • El Sevilla separó sus líneas tras el descanso y se bloqueó en ataque

Este competitivo Sevilla no atesora entre sus virtudes, por ahora, la capacidad para cuajar un partido convincente de campana a campana. Su rendimiento sube y baja en los 90 minutos incluso ante rivales menores como el Rijeka. Optó Unai Emery por Banega junto a Mbia y el riesgo de que las líneas quedaran inconexas afloró tras el descanso. El Sevilla perdió el paso con esa dificultad para efectuar buenos repliegues y, aunque tapó el agujero con el retoque de Carriço, ya no volvió a recuperar el buen son en ataque a pesar de la voluntad de Reyes.

Defensa

Primera parte muy plácida la que vivieron los defensas sevillistas. Kramaric era la gran amenaza. Pero el ariete croata no disfrutó de un balón limpio y con ventaja. Sus nueve compañeros de campo actuaron por detrás de la pelota, con los interiores anclados atrás ante las continuas subidas de Coke y Fernando Navarro.

Otra historia fue el arranque de la segunda parte. El Rijeka llegó con claridad hasta tres veces en los primeros diez minutos. Los tres mediapuntas del Rijeka, Kvrcic, Moisés y Sharbini, junto con el medio centro Jajalo, dieron el paso adelante. Y esa actitud más ofensiva sorprendió al Sevilla, en el que ni Banega ni Mbia se anclaban por delante de la zaga para evitar las claras transiciones de los eslavos.

También el lateral izquierdo, Tomecak, se soltó y le encontró las cosquillas a Coke.

Emery no tardó en mover ficha. A la hora de juego metió a Arribas por Denis Suárez -Vitolo lo estaba viendo mucho menos claro que el pipiolo gallego anoche...- y adelantó a Carriço. Recuperó el equilibrio el equipo, que no la alegría en ataque.

Ataque

Porque fue alegre el Sevilla de la primera parte con la pelota en los pies. Reyes, otra vez él, actuó con ganas y dinamismo, apareció por muchas zonas y conectó con Denis, como en la jugada del gol, para meter en problemas a una zaga, la croata, que se desajustaba sola. Estas dos piezas ofensivas maniobraron por dentro aprovechando que Coke y, sobre todo, Fernando Navarro se sumaron con profundidad y criterio por fuera. Eso, en corto. En largo, un recurso cada vez más eficaz es el balón largo de Pareja, malintencionado y preciso; también Banega lo ejecutó a veces. Faltó finalizar los numerosos ataques bien iniciados. Un último pase impreciso, una apertura a la zona equivocada, Bacca que no aparece o no se anticipa a su marcador...

En la segunda parte, Mbia o Banega se proyectaron más al tener de escudero a Carriço. Pero gameiro no mejoró a Bacca.

Virtudes

Reyes encadena varios partidos a buen nivel. Si él se sostiene, el Sevilla volará más alto.

Talón de aquiles

La discontinuidad en el ritmo y la fluidez del juego. Tres amarillas absurdas a jugadores que son titulares habituales: Vitolo, Mbia, Bacca y Pareja.

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