¿Los dos mejores jugadores del mundo fuera de un Mundial? Si lo hubieran dicho hace un año, nadie lo habría creído, pero esa pesadilla futbolística, económica y mediática comienza a tener visos de realidad con el argentino Lionel Messi y el portugués Cristiano Ronaldo en graves apuros.

Argentina está contra las cuerdas en la clasificación suramericana, ahora más que nunca después de su dolorosa derrota por 3-1 en Rosario ante Brasil. El miércoles juega un nuevo partido crucial en Paraguay, tercer clasificado del grupo suramericano, y terminará ante Perú y Uruguay.

La albiceleste es cuarta del cuadro, la última plaza que otorga la clasificación directa, y tiene a Colombia y a Ecuador a sólo dos puntos. La quinta posición le obligaría a jugar una repesca ante un equipo de la Concacaf, posiblemente Costa Rica, pero ni eso tiene asegurado.

Messi, gran favorito para el Balón de Oro de 2009, salió mal parado del partido ante Brasil, en el que no lució. Tiene al país dividido: unos dicen que nunca jugó un partido de nivel con la camiseta albiceleste, mientras otros le disculpan y achacan su rendimiento al mal funcionamiento del colectivo preparado por Maradona, el verdadero ídolo del país.

Cristiano Ronaldo, mejor jugador del mundo en 2008, se encuentra en una situación todavía más comprometida, pues Portugal está casi descartada de la pelea por entrar en el Mundial, todo un golpe para un jugador tan orgulloso como es el delantero del Real Madrid. Además, la crítica se le echó encima por sus pobres actuaciones con la selección. Portugal es cuarta en el grupo 1 europeo y está a siete puntos de Dinamarca. Tiene por delante a Hungría, con tres puntos más, y a Suecia, con dos de ventaja. El miércoles juega ante Hungría y una derrota la dejaría fuera del Mundial.

El primer grupo europeo es una guillotina de cracks, pues Zlatan Ibrahimovic también podría quedarse fuera del Mundial. Pero lo cierto es que el potencial de Suecia no es el mismo que el que poseen Argentina, campeona del mundo en 1978 y 1986, o Portugal, semifinalista en 2006 y subcampeona de Europa en 2004.

El Mundial de Estados Unidos, en 1994, no contó con la Francia de Eric Cantona. Y George Weah, Balón de Oro en 1995, nunca jugó el máximo torneo por naciones con Liberia. Pero nada podría superar al impacto de un Mundial sin Messi ni Cristiano Ronaldo, ahora que el fútbol es cada vez más deporte y negocio.

Es fácil suponer que la FIFA está preocupada con la simple posibilidad de que Suráfrica no cuente con dos estrellas mundiales, y más cuando se habla de las dificultades que está teniendo el país africano para despertar expectación con el evento.

Y no sólo eso: las marcas comerciales también tiemblan con la sola idea de ver un Mundial sin Messi ni Cristiano Ronaldo. Adidas viste al argentino y Nike tiene al portugués. Dos gigantes del deinero que tiemblan igual que sus perchas con calzonas.