fútbol · Selección

La crisis también afecta a la campeona

  • La televisión renunció a ofrecer el partido de Bielorrusia y en el Calderón ante Francia se quedaron miles de asientos vacíos.

Ni siquiera la mejor selección española de fútbol de la historia se escapa a la crisis económica, algo que quedó claro tras una semana en la que la televisión renunció a mostrarla por primera vez en tres décadas y miles de asientos quedaron sin ocupar en el estadio Vicente Calderón.

La del viernes en Bielorrusia fue una exhibición ciega de la selección española, que ganó 0-4 sin que sus hinchas pudieran disfrutar del espectáculo.

Y todo porque la empresa propietaria de los derechos, la alemana Sport Five, no encontró ofertas de las cadenas españolas.

Sport Five compró los derechos a la Federación Bielorrusa por un millón de euros, comenzó pidiendo a las cadenas españolas tres millones de euros y fue bajando sus pretensiones hasta realizar una última oferta de 800.000 euros. Propuesta rechazada. Ningún canal español quiso programar un partido de fútbol en día festivo y a las ocho de la tarde, una franja temprana para los hábitos de España, inmerso en una grave crisis económica desde hace tres años.

De tal forma, las cadenas españolas acabaron ofreciendo en ese horario programas del corazón, informativos y dibujos animados antes que emitir la goleada de la selección española, algo insólito en la historia moderna del país. Para algo lejanamente similar, habría que remontarse a 1983, cuando no pudo verse un enfrentamiento ante Malta.

Y el martes llegó el partido en el estadio Vicente Calderón. España no sólo tenía por delante un partido vital, sino que enfrente estaba Francia. Es decir, un encuentro de rivalidad histórica y con un buen número de estrellas mundiales sobre el campo. Empero, no resultó suficiente para completar el recinto.

Si ocho días antes el Atlético de Madrid había llenado por completo las 56.000 localidades de su aforo ante el Málaga, la selección española fue incapaz de completar el Vicente Calderón. Pese a los asientos vacíos, el portavoz de la Federación Española de Fútbol (FEF), Jorge Carretero, aseguró ayer a la agencia Dpa que "se vendieron casi todas las localidades puestas a la venta".

"Apenas quedaron unas mil localidades por vender. Sí es cierto que nos inquietamos el día antes, cuando quedaban 10.000 entradas todavía en taquillas, pero más tarde hubo un tirón importante", relató el portavoz federativo.

Carretero justificó la existencia de huecos en el estadio por las entradas concedidas a patrocinadores y luego no ocupadas.

La FEF puso a la venta entradas situadas entre los 30 y los 85 euros, motivo de crítica por parte de medios de comunicación locales en los días previos al choque.

"Entre todos iremos aprendiendo que los tiempos son los que son y que lo que se pagaba hace poco, por derechos de televisión o en taquilla, ya no se puede pagar", razonó el martes el diario As.

Pero es cierto que a los hinchas todavía les interesa la selección española, por más que la asistencia al campo no sea masiva.

Así, el partido entre España y Francia reunió a casi nueve millones de espectadores españoles frente a los televisores, con lo que se convirtió en el partido de fútbol de una fase de clasificación más visto en el país en los últimos 16 años. El gol del galo Giroud en el alargue del choque alcanzó un pico de audiencia de dos millones de espectadores más.

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