Gabriel Humberto Calderón apareció como suele, abatido, porque su equipo pierde casi siempre por la sala de prensa del Estadio de los Juegos Mediterráneos. Al técnico argentino se le van acabando los discursos basados en la dignidad, la honradez y todos esos lugares comunes que ha solido utilizar en los últimos meses.

Con todo, ayer sí se advirtió algo de crítica hacia sus futbolistas, cuando por lo general los había protegido a la fecha. Será que siente que ya poco tiene que perder con ellos o, simplemente, que le enfadó sobremanera cómo al Betis se le escapó la victoria cuando ganaba por 1-2 con un rival más sobre el campo.

El entrenador argentino dijo estar "muy decepcionado por el resultado final" y también con la falta de ambición que, a su juicio, tuvo su equipo cuando el marcador señalaba empate a dos goles, aunque haya que reseñar que en ese instante su último cambio fuese Chica por Juanfran.

"Teníamos el partido controlado con un hombre más y nos faltó comunicación, ambición. Se veía bien a un equipo que está luchando para quedarse (en Primera División) y daba la impresión de que nuestro equipo estaba ganando; faltó esa ambición", recalcó el entrenador del Betis, que añadió en tono crítico que ese hecho le "decepciona mucho".

El entrenador argentino consideró que la celebración de su gol por parte del almeriense Salva Sevilla, demasiado eufórica y quizá irrespetuosa ante un equipo que en ese instante tenía pie y medio en Segunda, no es para entrar a valorarla en profundidad, aunque sí dijo que "cada futbolista hace lo que quiere, tiene que dar la vida cuando juega en un club y cuando va a otro, también". Calderón también quiso destacar quizá lo único bueno, y es que su equipo reaccionó tras el primer gol que encajó al poco de iniciarse la segunda parte. "La tuvimos, pero en el segundo tiempo reaccionamos después del gol y nos pusimos por delante con uno más. La decepción es por cómo ellos querían recuperar el resultado adverso y nosotros parecíamos conformes y no queríamos más", apostilló el entrenador del Betis, casi sin dar crédito al conformismo de sus futbolistas.