La plantilla sevillista estaba feliz por el resultado conseguido, algo que necesitaba el equipo, aunque fuera en un partido cargado de polémica y en el que hubo poco fútbol. Pero el resultado era lo único importante.

"Fue un partido bastante intenso y el Sevilla se ha llevado los tres puntos que es lo que queríamos. Cuando se pierde un partido es normal que se pongan nerviosos, porque yo también lo estuve en Getafe", comentó Maresca, que analizó la jugada en la que no devolvió el balón a Osasuna: "Ha sido una decisión mía y nadie me dijo nada. Ellos echaron fuera el balón, yo tenía que devolverlo, pero he asumido la responsabilidad de no hacerlo porque se estaban aprovechando un poco. En el fútbol hay que tomar decisiones. Ellos intentan ser listos de una manera y yo lo hago de otra. No le doy más importancia a eso y sí a los tres puntos". El italiano concluyó resaltando la importancia de la victoria para salir de la mala racha: "Son tres puntos fundamentales, que nos dan la oportunidad de respirar. No ha sido un buen día de fútbol. Hay días y años que hay que sufrir y ahora es lo que nos toca".

Daniel, por su parte, reconoció que la jugada del penalti fue dudosa, aunque era una decisión complicada de asumir: "El colegiado no tenía obligación de pitar ese penalti. Son cosas que pasan en los partidos contra Osasuna y ya que lo pita por supuesto que había que marcarlo".

El otro punto de la polémica fue la trifulca que se originó al final del partido y que tuvo a Adriano como uno de sus protagonistas. "Se ha formado un lío, el calentón del final, como siempre en los Sevilla-Osasuna. Ya había lío, no he tirado nada, sólo agua para apartar la discusión, que se quedara ahí y no pasara nada más problemático". También destacó el valor del triunfo: "Conseguir los tres puntos era necesario y más aún porque jugamos en casa".