Rodado Rodríguez se convirtió en el protagonista del empate (2-2) entre Gimnàstic y Córdoba con el que acabó el partido, con un penalti discutible y un gol fuera de tiempo.

Los locales sólo realizaron buen fútbol en la segunda mitad, tras la salida al campo de Moisés, mientras que los de Jémez aguantaron estoicamente y supieron aprovechar sus escasas oportunidades.

El partido empezó con polémica. Rodado Rodríguez señaló penalti por manos de Óscar López tras un barullo en el área. Arthuro no falló desde los once metros, subiendo el primer gol al marcador. El Nàstic merodeaba el área de Valle, pero apenas llegó a crear ocasiones de peligro. Menos hacía el Córdoba, que se conformaba con buscar alguna contra que sentenciara el partido a su favor. El técnico local, César Ferrando, tiró de arsenal ofensivo en la segunda parte dando entrada a Moisés, que revolucionó el ataque de su equipo. El propio Moisés provocó una falta en la frontal unos minutos después. Campano se encargó de meterla en la escuadra derecha, batiendo a Valle. El empate espoleó aún más a los locales, que querían los tres puntos. Y fue el propio Campano el que dio la vuelta al marcador. Un balón muerto tras un cabezazo de Moisés quedó a pies del sevillano, que fusiló a Valle.

Ya en el descuento, Juanlu lanzó un zurdazo que se coló en la portería cuando el Nàstic reclamaba el final. Por una vez, eran los andaluces los que marcaban con el tiempo cumplido.