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El día 'casi' perfecto para los españoles

  • Ferrero barrió a Nalbandian y se cruzará en octavos con Ferrer mientras Nadal sigue adelante tras retirarse Mathieu

España vivió ayer un día casi perfecto en el Abierto de Australia con los éxitos de Rafael Nadal, Juan Carlos Ferrero y David Ferrer, y la lógica derrota de Virginia Ruano.

La figura del día fue, sin dudas, Ferrero. El ex número uno del mundo fulminó al argentino David Nalbandian, al que muchos veían como la principal amenaza para el trío Federer-Nadal-Djokovic. "Yo entré muy suelto al partido, y él, nervioso. Me di cuenta de que no estaba muy a gusto", explicó Ferrero, 21 del ranking mundial, tras el 6-1, 6-2 y 6-3 que le asestó al décimo de la clasificación. "Mi táctica era no darle demasiado ritmo a David. Hay que reconocer que él no jugó el mejor tenis de su vida, pero yo ayudé a eso", dijo.

Su rival de mañana, Ferrer, no puede sorprenderlo, porque han pasado incontables horas juntos entrenando. "Va a ser un partido especial, nos conocemos mucho, vivimos cerca, nos entrenamos muchas veces juntos", recordó Ferrero. "Sí, será un partido muy duro, muy físico", pronosticó Ferrer, vencedor ante el estadounidense Vince Spadea por 6-3, 6-3 y 6-2.

Si por las estadísticas fuera, el favorito debería ser Ferrer. Es un sólido cinco del mundo, pero además venció a Ferrero en cuatro de las cinco veces que se enfrentaron. Ferrer ya sabe cómo será el juego: "Corriendo mucho. Nuestro estilo es muy parecido, de mucho ritmo. No hay mucho esquema, es correr y tirar".

El tenis español vive desde hace tres años una Nadalmanía, lo que impide que luzca el trabajo del resto de jugadores. "Los demás estamos un poco a la sombra de Nadal. Él se lo ha ganado en base a sus resultados", manifestó Ferrero, quien aspira a recuperar un lugar en el top ten, ambición que tras su gran partido ante Nalbandian parece muy razonable.

Ferrer, que cerró 2007 jugando la final del Masters, vive minimizando sus logros. Días atrás dijo que se conforma con ser top 20 a finales de 2008, aunque ayer quedó claro que se trata más de una pose, de una actitud, que de una convicción. "El año pasado fue el mejor de mi carrera. Sobrepasé mi techo, hice más de lo que puedo hacer", afirmó. Lo único seguro es que ya habrá un español en cuartos de final.

Ruano, que aún no estaba recuperada de un fuerte resfriado, cayó ante la eslovaca Daniela Hantuchova, número nueve del mundo. El 6-2 y 6-3 fue lógico, dada la diferencia que las separa en juego y ranking. "Hoy me costaba, me faltaba un poco de chispa, estaba más lenta de lo normal", dijo Ruano, que apunta ahora al dobles junto a Anabel Medina: "Estamos totalmente enfocadas a Pekín".

Como enfocado estaba Nadal. Tan enfocado que sentía que estaba jugando su mejor tenis en todo el torneo. Pero la felicidad suele ser breve y en este caso duró apenas 50 minutos, porque el francés Paul Henri Mathieu abandonó por problemas en el gemelo de su pierna derecha con 6-4 y 3-0. "Así como iba el partido... Estaba jugando cada vez mejor", se lamentó Nadal, que tiene previsto entrenar hoy más intensamente, ya que en los últimos días sumó muy pocas horas de tenis de competición.

"Fue un poco desilusionante para mí, porque estaba jugando mi mejor tenis en Australia. Me sentí cómodo, muy agresivo, con buena derecha", explicó Nadal, que mañana se medirá al finlandés Jarkko Nieminen. Un rival que es, según el mallorquín, un "jugador muy luchador que va a estar ahí seis horas si es necesario". "Es muy rápido, cuando puede, ataca, tiene un grandísimo revés y defiende muy bien", añadió.

Pese a que el finlandés es zurdo, Nadal no tiene previsto modificar nada en su entrenamiento: "Me da bastante igual todo eso. Entreno con diestros aunque al día siguiente juegue contra un zurdo. Creo que entrenar con un zurdo no te beneficia nada".

En el cuadro femenino, de las grandes favoritas sólo faltará en cuartos la rusa Svetlana Kuznetsova. La belga Justine Henin, número uno mundial, batió a la taiwanesa Hsieh Su-wei por 6-2 y 6-2. La quinta preclasificada y finalista el año pasado, la rusa Maria Sharapova, venció a su compatriota Elena Dementieva por 6-2 y 6-0. Mañana, Henin y Sharapova se medirán en un apasionante enfrentamiento de cuartos que reeditará la final del pasado Masters femenino de Madrid.

La serbia Jankovic, tercera preclasificada, acabó con el sueño australiano al batir a la sorprendente Casey Dellacqua por 7-6 y 6-1. La defensora del título, la estadounidense Serena Williams, séptima favorita, acabó con la checa Nicole Vaidisova por 6-3 y 6-4.

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