El fin de semana del fútbol argentino pareció sacado de un guión escrito por un fanático de Boca Juniors: el xeneize volvió a ser campeón, con invicto incluido, mientras que River Plate sufrió en la segunda división, perdiendo en tiempo de prolongación ante el humilde Boca Unidos de Corrientes.

"Brindemos por los que ya no están", "Boca inBicto" y "Replanteá tu Bida", son algunos de los afiches que los xeneizes hicieron circular ayer en las redes sociales para celebrar el título y burlarse de la pesadilla de los millonarios en la B Nacional.

Boca alzó el título con gran autoridad, acompañado de estadísticas que pueden ser récord. Cuestionado porque su juego no es vistoso, nadie podrá objetar la eficacia y solidez de un equipo que además creció como grupo.

"Dije que volvía para ser campeón y cumplí. Lo único que pido es que no pregunten más si el plantel está unido. En 2008 el grupo no estaba muy bien y fuimos campeones. Éste es muy distinto, se está armando y algunos ya son amigos, aunque lo que vale es el título", expresó Juan Román Riquelme, capitán y líder indiscutido desde la retirada del delantero Martín Palermo.

El ídolo xeneize fue el más destacado individualmente, pero los números muestran que el conjunto no dependió exclusivamente de su talento en la cancha. Riquelme tuvo muy buenas actuaciones y convirtió un gol en 11 jornadas. Pero en las seis que no jugó, el equipo de Julio Falcioni no se resintió: ganó 4 y empató 2.

A dos jornadas del final, uno de los datos que más sorprende son los pocos goles en contra que tiene Boca: 4 en 17 partidos, o sea, poco más de un tanto cada cuatro encuentros. Agustín Orión, que mantuvo en cero su arco en 13 oportunidades, podría darle al xeneize el récord que está en poder de Vélez, que en el Clausura '93 recibió 7 tantos en contra.

"Somos los mejores, campeones otra vez. Tenemos otra Navidad para festejar", celebró Riquelme, que empezó su partido 600 como suplente a raíz de una fascitis plantar en su pie izquierdo que lo marginó en las últimas jornadas. Para no perderse la fiesta, este domingo ingresó en los 20 minutos finales ante Banfield para levantar la copa.

Otras de las curiosidades de este Boca está en su entrenador, tan criticado que los propios dirigentes consideraron que si el equipo no ganaba en la segunda semana de este torneo, Falcioni ya debería dar un paso al lado.

"Este equipo va a ser recordado por ser el mejor de todos. En la fecha 17 se coronó sacando 11 puntos de ventaja. Fuimos los mejores. En cada partido demostramos mayor solvencia", afirmó Falcioni, que condujo al equipo a un invicto de 27 partidos, en lo que ya es la segunda mejor campaña de la historia, tras el el récord de 40 sin caídas de la temporada 98-99.

El diario La Nación señaló ayer que el campeón "logró hacer de la defensa un culto y del ataque una sorpresa para los rivales. Porque cuando menos lo esperaban, Boca llegaba a la red y, después, se dedicaba a administrar la diferencia conseguida. El mensaje que da este Boca es que atacan los necesarios, pero defienden todos".

Mientras River Plate seguirá al menos seis meses más en la segunda división, Boca se ríe, se burla y ya se ilusiona con seguir obteniendo títulos: piensa en la Copa Libertadores, a la que volverá tras dos años de ausencia.