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"Todos los días estoy sometido a un examen"

  • Manolo Jiménez asegura que le gusta que le exijan, "aunque de manera proporcionada" · El técnico sevillista no teme una posible destitución y asegura sentirse arropado por Del Nido

Manolo Jiménez en estado puro. Claro, directo y sincero. Así es y así se mostró el técnico sevillista en Radio Marca, donde analizó desde el pasado más reciente al futuro lejano de su equipo, pasando, lógicamente, por un presente en el que los últimos resultados y el juego han puesto en el candelero y en el centro de las críticas al de Arahal.

"Soy consciente de que un entrenador está condicionado por los resultados, no sólo en este club, sino en cualquier sitio, pero en el Sevilla los resultados positivos no se ven, sólo los malos. Estoy sometido a examen todos los días y no tengo ningún problema por ello. Me gusta que me exijan, pero que sea de manera proporcionada. Sólo mirando los números se puede enjuiciar mi trabajo. Cogí al Sevilla a tres puntos del descenso y acabó quinto empatado con el cuarto, y esta temporada siempre ha estado con los de arriba. Eso no quita la decepción de la UEFA, pero los accidentes se pagan caro cuando hay poco margen de error", indicó Jiménez, que añadió: "La Copa no se gana en la ronda de dieciseisavos ni en la de octavos, ni una Liga se gana a mitad de la misma, sino que hay que ser regular hasta el final".

Sin embargo, Jiménez no echa balones fuera a la hora de mirar atrás y asume los errores como el palo de la eliminación de la UEFA. Fue un palo, pero es mejor pasar página para encarar sin lastres añadidos el resto del curso. "Caer ante la Sampdoria fue un duro varapalo. Teníamos mucha ilusión en esta competición y todo se torció por un mal partido. A veces, los pequeños detalles son los que marcan las diferencias en el deporte, como pasó, por ejemplo, con el gol de Palop en Donetsk. Pese a ello, nuestros objetivos no cambian. Meternos entre los cuatro primeros y estar hasta el final acechando por si fallan los demás. Los únicos obligados a ganar títulos son el Real Madrid y el Barcelona; el resto, estamos para esperar que se equivoquen", señaló el preparador nervionense, que salió al paso de las críticas sobre el juego de los blancos: "Ojalá podamos ganar y jugar siempre como lo hicimos ante el Deportivo, el Villarreal o en el Santiago Bernabéu. Pero lo primero que quiero es seguir en los primeros puestos con resultados positivos; después está el jugar bien. No entiendo un equipo situado en puestos de Champions que juegue mal al fútbol. Lo hará algunos partidos, no siempre".

El que no presenta duda alguna en su juego es el Barcelona, al que el arahalense ve como favorito al título. "Puedo vender humo y decir que ya pinchará, pero, si no ocurre nada anormal, se llevará la Liga. Está un punto por encima del resto y se le ve sobrado juegue el que juegue", aseguró.

Pasado y futuro a un lado, lo que marca la actualidad sevillista es el presente. El cargo de Jiménez está más cuestionado que nunca y su destino puede depender del doble compromiso en Riazor. En este sentido, el de Arahal afirmó que siente el apoyo de Del Nido y que acataría su destitución, si ésta llegara a producirse. "Por supuesto que me siento arropado por el presidente, pero no soy nadie especial, ni para lo bueno ni para lo malo. Así que si un día tiene que desprenderse de mis servicios porque no lleguen los resultados previstos lo acataré y seguiré siendo igual de sevillista. Del Nido es una persona muy exigente e inteligente. Por eso, si en pretemporada nos exige ganar la Liga, luego, con su desarrollo, y viendo al Barcelona, baja sus exigencias", explicó el técnico, que argumentó con hechos sus palabras: "El Sevilla ha hecho bien las cosas en cuanto a los fichajes, pero es que los que han salido se han ido a clubes con los que no podemos competir. El Barcelona se ha reforzado con el Sevilla y queremos pelearle el título".

Quizá ésta es la idiosincrasia nervionense en los últimos tiempos, que ha sabido vender como nadie las perlas de su cantera y los fichajes que Monchi, el director deportivo, trajo con un coste ínfimo. "El trabajo de Monchi es importantísimo. El trabajo que hizo cuando sólo se podía fichar a coste cero fue encomiable y ahora, con su labor y la de todos, el Sevilla está funcionando como un gran club, cuando hace una década estaba en Segunda División", explicó Jiménez, que apuntó un nombre propio que, "como Messi en el Barcelona", puede marcar las diferencias: "Jesús Navas es muy sevillista y tiene el veneno que tuvimos otros, por lo que considero difícil que salga del Sevilla. Está más allá de los contratos millonarios y sólo le falta ir a la selección, porque es un artista".

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