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Más doble filo que nunca

  • El derbi europeo se presenta como un inesperado salvoconducto para Emery si lo supera o una definitiva sentencia si fracasa Las estadísticas sonríen al Sevilla

El doble e inédito derbi europeo que el Sevilla disputará los días 13 y 20 de marzo (ambos a las 21:05), correspondientes a los octavos de final de la Liga Europa, cobra especial importancia ante la situación de Unai Emery en Nervión. Una gran parte de la afición sevillista no comparte la gestión del entrenador guipuzcoano y a esto se añade que el Sevilla tiene prácticamente imposible alcanzar el cuarto puesto. Le queda la opción europea y ahí sí puede decir algo el Sevilla, sobre todo si mañana gana a la Real Sociedad, con lo que se colocaría a cinco puntos del sexto clasificado a falta de 12 jornadas. La lucha por el séptimo puesto es cerrada, pero aun consiguiendo hacerse con ese último pasaporte europeo, hacerlo una vez más por la puerta más pequeña no garantizaría a Emery continuar en Nervión. Pero, ¿y si logra eliminar al Betis y avanzar en la Liga Europa? Éste puede ser su gran salvavidas.

Por la trascendencia social del derbi, el éxito en el duelo europeo, inédito hasta ahora en Sevilla, le otorgaría a Emery la posibilidad de hacerse con un salvoconducto inesperado. De entrada, significaría plantarse en los cuartos de final y pelear por las semifinales europeas. Y además, ese recelo que ahora muestra hacia él gran parte de la afición, tan permeable a las sensaciones viscerales de los duelos de máxima rivalidad, podría revolverse hacia una sorpresiva estima en caso de éxito, sobre todo si el pase se produjera de manera solvente.

Pero, ¿y al contrario? Obviamente, en el estado actual de Sevilla y Betis, fracasar en la eliminatoria europea sería un varapalo muy duro que para Emery significaría su sentencia definitiva como entrenador del Sevilla. Podría terminar la temporada, e incluso clasificar de nuevo al equipo para Europa, pero su imagen ante la afición quedaría dañada irremisiblemente y José Castro no podría presentar ningún argumento a favor para renovar su contrato. Incluso podrían precipitarse los acontecimientos si el equipo también se hundiera en el torneo liguero.

A falta del tramo decisivo de la Liga, la sensación generalizada es que Emery no seguirá en el Sevilla la temporada próxima. Castro está obligado a respaldar con fuerza su mandato presidencial con la presentación de un proyecto que cale en la afición. Y el desengaño de ésta hacia la figura del actual técnico está más que demostrado.

Sin embargo, esta realidad podría tomar un rumbo inesperado gracias al derbi europeo, en el que el Sevilla parte con el favoritismo que le da su supremacía en la Liga y en los antecedentes estadísticos: en las cinco eliminatorias previas, todas en la Copa del Rey, el Sevilla gana por 5 a 2 al Betis. El último precedente fue el duelo de cuartos de final de la Copa de 2007 (0-0 y 0-1, con gol de Kanoute y suspensión del partido por el botellazo a Juande Ramos). Y el anterior data ya de 1985, con el actual entrenador del Betis como jugador y eliminación del Sevilla (1-0 y 3-0).

Estadísticas al margen, a Emery se le siguen afeando ciertas decisiones. Respecto al último partido, la crítica se centra en la falta de refresco de un futbolista clave como Rakitic, lo que justificó el técnico por su importancia para dar pausa al juego. El Sevilla tendrá dos partidos asequibles a priori, Almería y Valladolid, justo antes de la ida y la vuelta ante el Betis. Y bien haría Emery en dosificar en esas dos semanas decisivas a su jugador intocable. La Liga, al menos para la afición, quedará aparcada, y la gestión de esos 14 días definirá el futuro de Emery. Si un derbi siempre es un arma de doble filo, en este caso lo es más que nunca.

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