Por mucho que quiera esconder su once Unai Emery, Ernesto Valverde puede trabajar tranquilamente sobre el conocimiento del equipo que dispondrá su rival en San Mamés. Salvo alguna variante en el ataque, que pasaría por disponer a Gameiro junto a Bacca, o alguna sopresa en la línea de tres cuartos, el once del Sevilla ya es reconocible, y eso que Emery sigue a rajatabla su plan de rotaciones. El once parece claro hasta el mediocampo: Beto; Coke, Pareja, Carriço, Tremoulinas; Krychowiak y Mbia. A partir de ahí, se abre el abanico. Aleix Vidal, Denis Suárez y Bacca tienen sitio garantizado; Gameiro, Deulofeu y Éver Banega se disputan el que queda.

El entrenador sevillista ya ha usado a toda su plantilla, prácticamente. El único que no ha jugado nada de nada ha sido Cicinho, un futbolista al que Monchi inscribió en la LFP, no en la UEFA, porque no le encontró sitio y en espera de algún contratiempo importante en el lateral derecho. Todos los demás han participado en este Sevilla en el que todos parecen estar implicados, después de que Lieja viera el debut de Arribas.

Hasta 26 jugadores ha usado el técnico de Fuenterrabía para ir repartiendo esfuerzos y premiando méritos entre las tres competiciones. A los 23 profesionales de la plantilla, sin contar al susodicho Cicinho, se han sumado Sergio Rico (Getafe, Feyenoord, Córdoba y Sabadell), Luismi (Valencia) y Cotán (Sabadell). Pero en la Liga está jugando un equipo titular que casi se puede repetir de memoria, con matices de medio campo hacia delante.

La defensa y los dos medios centro están perfectamente definidos, conformando un bloque de seis futbolistas regular y competitivo. Denis Suárez jugó sólo 45 minutos en Sabadell y Emery le ha dado galones para que sea el faro del equipo. Aleix Vidal, pese a jugar en Sabadell una hora, también tiene su puesto garantizado en un sitio como San Mamés. El estado de Vitolo, recién salido de su lesión, abre las combinaciones para el otro puesto de la mediapunta, porque es improbable que Emery, en San Mamés, juegue con dos delanteros.

Tampoco parece el partido idóneo para Deulofeu. La intensidad del Athletic le va demasiado a contrapelo a su estilo y su falta de cultura defensiva. La sorpresa podría ser la ubicación de Éver Banega en la mediapunta o incluso en la medular.