Informe técnico

A más edad, menos velocidad

  • La campeona sucumbe con estrépito ante una Holanda que la superó físicamente tras el descanso El 'tiquitaca' se ralentiza y la defensa, descoordinada, hace aguas desde el inicio

El tiquitaca no es un modelo en vías de extinción. Sería muy ventajista y oportunista vender esa especie ante la sospecha de que España pudo decir adiós a un torneo del que es vigente campeona. El fracaso de la selección frente a Holanda, trufado con el del Barcelona en la presente temporada, invita a esa reflexión: a castigar severamente el estilo de juego.

Pero el mal de fondo no reside ahí. La verdadera causa hay que buscarla en si los hombres elegidos por Del Bosque, tanto a la hora de confeccionar la lista como a la de decidirse por los once de ayer, son los idóneos. Está claro que hace seis años, cuatro y hasta dos lo eran, pero hoy más de uno ha perdido velocidad, con y sin el balón, y encima la temporada ha sido extenuante para los principales clubes españoles.

España sigue abusando de la posesión, pero mueve el balón al ralentí y, encima, son menos los futbolistas habilitados para ofrecerse al espacio y recibirlo. Mientras los pulmones de Xavi e Iniesta reciben oxígeno, todo es posible; a medida que el cronómetro avanza, la cosa se complica. Si a este hándicap inexorable se le une la descoordinación de la zaga, la derrota ante una buena selección que supo además cómo provocar los fallos y dónde hurgar es lógica. Y es que Holanda abrió el campo con sus laterales, Janmaat y Blind, letales.

Defensa

Desde el principio, la zaga ofreció huecos preocupantes. Igual no hay que recurrir a la famosa cuerda que utiliza Caparrós, pero la sincronización defensiva es quizá la asignatura más entrenable en un equipo, y más en una selección, en la que sus integrantes apenas juegan juntos. La que ayer conformó Del Bosque naufragó. Dejó espacios a las espaldas de los centrales y la distancia entre Piqué y Sergio Ramos y, a veces, de éstos con los laterales se antojó excesiva.

Esa falta de coordinación lastró a España. Sneijder perdonó a Casillas en un mano a mano, a Van Persie le señalaron un fuera de juego que no fue; a Robben, otro muy justito... Y todo ocurrió antes del inexistente penalti que anotó Xabi Alonso (1-0).

Pero el gol no arregló nada y el mejor físico holandés, el genético y el coyuntural, exageró las vergüenzas de España. Robben y Van Persie incluso abusaron de la marcha de más de que gozan.

Ataque

Xavi vio pases como suele, como el que brindó a Diego Costa en la jugada del 1-0. Iniesta regaló otro a Silva que debió ser el 2-0 y quizá un cambio radical en la suerte del partido. Pero más allá de este recurso, la selección no fue nada. Ni un desborde por la banda, ni una triangulación rápida, ni un balón largo por arriba... Y, cuando Xavi e Iniesta se fueron apagando, se echó aún más de menos la velocidad sin balón. Silva no fue nada y Diego Costa, muy poco... ¿Pedro? Seguro; ¿Villa, Cazorla, Koke...? Quizá. Y si Javi Martínez anda enorme, pues a jugar.

Virtudes

La fidelidad a la idea y su ejecución en la primera parte.

Talón de aquiles

Ante tan severo castigo, difícilmente Del Bosque cambie por no señalar a sus jugadores. Justo lo que Chile está deseando.

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