El Betis B parece haber perdido las señas de identidad mantenidas en la etapa de Paco Chaparro. La última derrota ante el Cartagena viene a reflejar que el filial heliopolitano está acusando en exceso la marcha del preparador trianero. Así lo indican los números del segundo equipo verdiblanco, que desde la llegada de José Luis Mena no termina de encontrar la regularidad que le llevó a finalizar la primera parte del campeonato colocado entre los cuatro primeros puestos de la clasificación.

El último choque de Chaparro en el filial fue el 2 de diciembre del pasado año. A partir de ahí, el camino del cuadro bético se torció. Mena debutó en la jornada 16, obteniendo tan sólo dos puntos en los siguientes cinco partidos, pues, en los 13 encuentros que el ex preparador del equipo juvenil de División de Honor lleva al frente del Betis B, éste ha logrado tres triunfos, cuatro empates y seis derrotas. Un bagaje muy pobre para un equipo que con Chaparro había sumado 29 puntos en 15 jornadas, peleando siempre en la zona de arriba.

Además, unas de las debilidades del equipo de Mena radica en su feudo, ya que de los siete partidos disputados en casa ha sumado 3 empates, 3 derrotas y 1 triunfo, ante el Portuense (4-0). Con el actual técnico del primer plantel, los verdiblancos sumaron como locales seis triunfos y una sola derrota, por la mínima y ante el Águilas. La fragilidad en casa es una de las claves del irregular rendimiento del Betis B en las nueve jornadas que se llevan disputadas de la segunda parte del ejercicio.

Sin embargo, son varios los factores que giran en torno a un filial que, a pesar de su falta de regularidad, sigue a tres puntos de los puestos de play off. El primero de ellos está en las bajas que arrastra desde hace varias fechas. La llegada de Chaparro al primer equipo provocó que éste contara con jugadores importantes del segundo conjunto. Así, Toni, Rodri y Zamora estuvieron varios compromisos sin poder jugar con el cuadro de Mena, que se resintió demasiado.

Otra de las claves está en las lesiones, que también están influyendo en el rendimiento de un Betis B que acumulaba siete bajas en el último duelo. Es más, la ausencia de Carreño, que no termina de recuperarse de su problema en el bíceps femoral, está siendo clave en el devenir del cuadro bético, que en los últimos 13 duelos ha sumado 10 goles, una pésima cifra para un equipo que busca el play off.

Además, la forma de juego utilizada por Mena difiere a la de Chaparro, pues el actual técnico rota constantemente en los puestos de arriba a sus hombres de ataque, utilizando un juego de mucho toque y en ocasiones demasiado plano, mientras que al trianero, aparte del buen trato del balón, le gustaba sorprender con pases en largo. No obstante, el trabajo y la ilusión de Mena por finalizar la temporada en los puestos altos es grande.

Una vez lograda la salvación, el Betis B afronta el reto de realizar un buen sprint en la liga para meterse entre los cuatro de arriba. La empresa no será fácil, pues tendrá duelos directos con equipos como Mérida y Granada, que están peleando por el mismo fin que los béticos. Es más, también habría que ver si desde la cúpula del conjunto heliopolitano se ve con buenos ojos la posibilidad de que el segundo equipo jugase la próxima temporada en la Liga BBVA.