Cincinho

"Soy un elegido y no puedo estar triste, llegué tras una prueba con 2.000 niños"

  • El lateral, ilusionado con triunfar en el Sevilla, espera ganar el duelo con Cristiano Ronaldo y habla de sus humildes orígenes. "El fútbol, para mí, es alegría", afirma.

-¿Cómo lleva su nueva etapa?

-Estoy muy bien, muy contento, todos me recibieron muy bien... Estoy feliz. Mejorando cada día en los entrenamientos. Espero que juntos, el equipo, la comisión técnica, Míchel, todos... podamos hacer una buena temporada. Hay mucha voluntad y tenemos la posibilidad de estar entre los primeros.

-Su carrera empezó en equipos humildes hasta que en 2011 llega al Palmeiras. El Ituano, el Oeste Futebol Clube, el Santo André...

-En todos estos equipos tuve ascensos a Primera, menos en el Ituano, ya que estaba en el segundo equipo. Con el Oeste, para la Primera Paulista y en el Santo André, para el Paulista y el Brasileiro. Y gané la Copa de Brasil con el Palmeiras, sólo unos días antes de venir para acá, contra el Coritiba.

-El equipo del que llegó Adriano Correia al Sevilla...

-¿Sí? No lo recuerdo.

-Su ascensión ha sido rápida. Hace año y medio firmó por un grande de Brasil y ahora, el Sevilla.

-Sí, yo tengo claras las cosas en mi cabeza y si quiero una cosa trabajo para conseguirla. En el Palmeiras, cuando llegué, mi pensamiento era jugar siempre, jugar y jugar. Felipao (Luiz Felipe Scolari) siempre hablaba conmigo y yo me empleaba muy fuerte, fue una persona que me ayudó mucho, fue quien me llevó al Palmeiras y si no fuera por él no estaría aquí. En Brasil lo consideramos como un padre. Míchel también confió en mí, me trajo para acá y espero poder esforzarme para poder a ayudar a Míchel y al Sevilla.

-¿Qué diferencia ve entre la forma de entrenar del Palmeiras de Felipao y el Sevilla de Míchel?

-En el Palmeiras es muy diferente, el fútbol en Brasil es más tranquilo, aquí siempre es intenso, muy rápido, siempre hay movimiento, hacia adelante, hacia atrás. El balón te llega, te deja de llegar... En Brasil tampoco se entrena tan fuerte como aquí. Aquí se entrena mucho y muy fuerte. Pero yo me adapto bien, aunque a veces me siento un poco cansado por tanto ejercicio.

-Va a tener un plan especial...

-Ya hablé con el preparador físico para trabajar aparte, para hacer academia (gimnasio), levantamiento de peso..., para soportar mejor los entrenamientos. Tenemos que ir poco a poco para que no me afecte en los entrenamientos con Míchel. Tampoco puedo empezar muy fuerte porque puede surgir una lesión. En Brasil no hay mucho gimnasio ni tanta fuerza.

-Hacía mucho tiempo que en el Sevilla no cuajaba a la primera un fichaje. Ha entrado con buen pie.

-Yo trabajo para jugar y Míchel está confiando en mí. Yo voy a dedicarme al máximo para devolver esa confianza.

-¿Teme incumplir la expectativa?

-No, no. Cuando llegué al Palmeiras del Santo André también pasó algo parecido. En el primer partido estuve muy bien, sufrí un penalti y al final del partido, Felipao me cambió y todo el estadio me despidió en pie. Yo también sentía presión, porque el Palmeiras es un equipo muy grande que lucha por títulos. Y aquí también espero responder así, no me importa que haya una expectativa muy grande. En un partido nunca me verán andando, siempre voy a estar corriendo y esforzándome para ayudar al Sevilla.

-¿Qué pensó cuando recibió la llamada del Sevilla?

-Me llamó mi agente. Me puse muy contento, mi trabajo estaba siendo reconocido. Yo le dije que quería ir inmediatamente.

-¿Con qué idea llega al club?

-El Sevilla es un equipo grande, jugando bien, puede luchar por títulos. Con esa idea he llegado.

-Por el Sevilla han pasado grandes futbolistas brasileños...

-Sí, Luisfa, Alves, Adriano..., Renato...

-Julio Baptista. Todos ellos, internacionales. Renato, Adriano y Luis Fabiano ya lo eran antes de llegar al Sevilla, aunque Luis Fabiano regresó a la selección tras despuntar aquí. Baptista y Daniel empezaron a serlo jugando en Nervión...

-Eso también lo estoy mirando, demuestra que el Sevilla es muy fuerte y sé que jugando aquí tengo más chance de ir a la selección.

-¿Conoce a alguno en persona?

-Sólo de jugar contra ellos. En el Palmeiras pude jugar contra Luis Fabiano y Renato. Luis Fabiano es un excelente goleador, es muy bueno. Daniel Alves también... Todos tienen su estilo y unas cualidades diferentes y destacadas. No han ido a la selección de Brasil por casualidad.

-¿Sabe lo que significó Daniel Alves en el Sevilla?

-(Tuerce el gesto) Sí, lo sabía. No quiero comparaciones. En el Palmeiras también me recordaban a Arce (ex seleccionador de Paraguay), un jugador que triunfó allí. Y yo siempre decía allí que quería ser conocido como Cicinho, sin comparación con ningún jugador. Y aquí también quiero ser Cicinho.

-Un apodo muy común en Brasil...

-Mi nombre es Alex Sandro, lo de Cicinho tiene su historia. Cicinho, el que estuvo en el Real Madrid, hizo un gol muy guapo jugando con el Sao Paulo contra el Palmeiras. Yo, que era un niño, hice uno casi igual, y un amigo mío me puso Cicicho. Cogí el balón en el medio campo, avancé y le pegué a la bola desde fuera del área, imposible para el portero, cerca del ángulo. Se me quedó Cicinho.

-¿Qué significa el fútbol en Brasil?

-No sé explicarlo bien, es una pasión que todos tienen desde niños, va pasando de abuelos a padres y de padres a niños, de generación en generación. Es algo muy fuerte que todos tienen en su corazón.

-Allí se juega mucho en la calle...

-Sí, en la calle. A muchos se nos cae la uña del dedo gordo, por jugar descalzo en la calle y chutar al balón, es algo muy común.

-Y desagradable.

-Sí, je, je.

-¿En qué se diferencia el futbolista brasileño del español?

-En Brasil hay muchos jugadores individuales, como Neymar o Ronaldinho Gaucho. Jugadores que van driblando a uno, dos, tres... Aquí no, aquí te dan el balón, lo devuelves, tocas, tocas. Aquí se juega más en equipo. Yo también era más individualista en Brasil. Me voy adaptando a este estilo.

-¿Qué le está gustando de la Liga?

-Que los equipos son inferiores sólo de nombre, dentro del campo hay mucha igualdad, hay jugadores buenos en todos los equipos.

-¿Y del Sevilla?

-Estoy muy contento, cuando salté al campo en el primer partido, en nuestro estadio, se me pusieron los vellos de punta, los ojos se me llenaron de agua. Es un sueño realizado.

-En ese partido se apreció su faceta ofensiva. En Granada y en Vallecas fue la defensiva. ¿Es Cicinho más de ataque que de defensa?

-En Brasil, en el Campeonato Paulista, estaba entre los tres que más balones robaba siempre. También tengo carácter defensivo. Soy magro, delgado, pero si tenemos que jugar con uno menos, como en Granada, y Míchel me pide que defienda más, yo hago más marcación. Si tengo que ir más arriba, voy más arriba... Todo lo que Míchel me diga lo intentaré realizar.

-¿Es tan fácil entenderse en el campo con Jesús Navas?

-Sí, sí. Cuando Jesús está con el balón yo lo paso por fuera sin mirarlo siquiera, porque cuando él va para dentro, sé que me pondrá el balón a mí. Él es muy inteligente. Es muy bueno y espero que Jesús y yo en cada partido nos vayamos entendiendo mejor y formemos un flanco derecho muy fuerte.

-Llega el Real Madrid...

-Es un partido que siempre desde niño quise jugar, contra el Real Madrid, contra el Barcelona... Tiene un gran jugador, que es Cristiano Ronaldo. Ayer bromeé con un amigo por el móvil, le dije que yo voy a parar a Ronaldo. Él porfió conmigo diciendo que no podría, que es muy rápido y muy fuerte. Y nos apostamos a ver cuántos balones le robo y cuántas veces me pasa, para ir a un rodizio (restaurante brasileño) de pizzas. A ver quién paga el rodizio.

-¿Qué tal el ánimo ante esta cita?

-Creo que es el partido más difícil y también el mejor para jugar. En los partidos contra equipos inferiores puedes entrar tranquilo, confiante en que vas a ganar. Contra los equipos fuertes entras más obligado y concentrado. Entonces, creo que hay un ambiente ideal para que se dé un buen partido.

-Marcelo y Cristiano Ronaldo contra Cicinho y Jesús Navas...

-Nunca jugué contra Marcelo, un gran jugador, es muy rápido también. Jesús contra Marcelo y yo contra Ronaldo, un gran duelo que espero que ganemos Jesús y yo.

-Hace apenas mes y medio no se podría imaginar todo esto, ¿no?

-No, no. Ni jugar en el Sevilla ni poder enfrentarme al Real Madrid. Siempre soñé con poder jugar algún día en Europa, pero no podía imaginarme que todo fuera tan rápido como ha sido.

-No tiene motivos para estar triste, como le pasa a Cristiano Ronaldo, que no celebra los goles...

-Si yo hiciera un gol correría por todo el campo... No, no. Estoy muy contento y cuando llego a cada entrenamiento estoy feliz por poder realizarme. Si estuviera triste no podría jugar al fútbol. El fútbol, para mí, es alegría.

-¿Son los futbolistas niños mimados de esta sociedad en crisis?

-Yo no voy a hablar de Cristiano Ronaldo, sino de mí. Me siento un elegido por Dios. Desde niño soñé con jugar al fútbol, fui de una ciudad a otra para realizar el teste (prueba de admisión). En cada teste hay 2.000 niños para que sean elegidos sólo dos para fichar. Con mis dos hermanos y mi padre estuvimos en el teste del Guaraní desde las siete de la mañana hasta las siete de la tarde. Recuerdo que nos levantamos a las cinco de la mañana para coger el autobús y el tren hacia Sao Paulo. Va gente que no tiene para comer ni dormir. No puedo estar triste, todo lo que conseguí hoy me lo ha dado Dios, y gracias a Dios estoy muy feliz y muy contento, igual que toda mi familia. Estoy realizado y puedo jugar con los mejores del mundo. No puedo estar triste.

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