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Un encuentro de alto riesgo

  • El Cajasol aspira a la decena de victorias para huir de la zona peligrosa frente a un adversario en una situación calcada

Por los designios de Disney se presenta el ViveMenorca en San Pablo un Miércoles Santo en vez de la próxima semana, fecha en la que estaba prevista la cita entre sevillanos y baleares, pero que se ha adelantado a causa de un espectáculo lúdico en la pista que más guerra le da a la ACB a la hora de cuadrar y sortear el calendario durante el verano. Ése es otro cantar y el que toca ahora es el mismo que el de las últimas semanas: ganar para ahuyentar fantasmas y peligros clasificatorios.

Es un encuentro de alto riesgo en el sentido meramente deportivo, pues prácticamente han intercambiado las posiciones en la tabla el Cajasol y el ViveMenorca tras la última jornada -decimoterceros los primeros, decimosextos los segundos-, pero con los mismos triunfos y derrotas, nueve. Partido de diez, como lo califica Kiko Martín, responsable de comunicación del club isleño, en la web del equipo de Mahón. A ese número de victorias aspiran ambos y a soltar un suspiro de alivio si se da el caso. Y de diez tendrá que jugar el que quiera tumbar al oponente, aunque parta con cierta ventaja el grupo de Comas por hacerlo en su feudo, por venir de vencer al Grupo Capitol y por salir ampliamente derrotado su adversario en Granada el pasado domingo. Además, los menorquines no hacen especialmente daño a domicilio, pues sólo suman un triunfo foráneo, ante nada menos que el Unicaja en el Carpena, a comienzos de campaña, si bien el Cajasol no está para fiarse, ya que precisamente el Gran Canaria, un habitual perdedor en San Pablo, se salió con la suya hace pocas semanas y venció al combinado de Comas.

Un triunfo local sería balsámico para acudir al Palau Blaugrana el domingo sin mucha responsabilidad, ya que en la Ciudad Condal sí que parece quimérico que el Cajasol pueda liquidar al Barcelona.

Comas ya estaba pensando en el ViveMenorca de su amigo Casas en cuanto llegó al vestuario a la conclusión del duelo contra el Grupo Capitol. Avivó aún más su discurso en pos de animar a los aficionados al masivo apoyo sabiendo que el día, Miércoles Santo por la tarde, no era el más propicio para jugar un partido en Sevilla. Y menos de tal calado.

Motivada la hinchada, pasó a dedicarse a la plantilla durante dos días: lunes y martes. Ha procurado excitar a sus jugadores para que mantengan durante más tiempo el exquisito nivel de baloncesto mostrado en el primer cuarto contra los pucelanos. El sábado, cierto es, empezó el Cajasol arrollando, a ritmo de 130 puntos al final del choque. Se quedó en 81 y gracias... Eso sí, consiguió la victoria ante otro rival directo y se llevó el average particular. Que no es poco a estas alturas de la película. Esta vez debe conformarse, salvo sorpresa mayúscula, con la victoria contra el ViveMenorca porque en la primera vuelta la paliza en contra fue de consideración: 102-80. Levantarlo sería para brindar con champán.

Sin Badzaric y con Cazorla y con Jesús Fernández en el banquillo simplemente para animar, las bazas de Ricard Casas pasan por Mario Stojic, un hombre defensivo que en Mahón asume el papel de anotador también, los puntos anárquicos de Marinovic y algunas acciones del disminuido últimamente Moss, aunque Varda e Ivanov -Kaloyan, el hermano del ex cajista Dejan- también tienen partidos notables.

Vuelve a partir Bennett como jugador franquicia. Sin hacer nada en 30 minutos, se echó a la espalda al equipo contra el Capitol y ganó el partido. Trabaja a gusto Miles a su lado y el joven base tuvo buenos minutos que deben refrendarse ante el alocado Marinovic. Ellis e Ignerski son armas de doble filo. Y Kakiouzis está obligado a no quitarse del cartel.

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