Baloncesto · Liga Endesa

Un espejo en las filas enemigas

  • El Barcelona apuesta por un juego más atractivo y el Madrid vira con sus incorporaciones hacia un espíritu más combativo.

"Si utilizas al enemigo para derrotar al enemigo, serás poderoso en cualquier lugar a donde vayas". "Un general sabio se ocupa de abastecerse del enemigo". En El arte de la guerra, el brillante tratado militar que el chino Sun Tzu escribió hace casi 2.500 años, no faltan valores como el respeto hacia el adversario y fórmulas para minimizar la fortaleza del oponente. Siempre hay que tener presente al rival y no menospreciarlo.

Partiendo de la base de que la fractura entre los dos grandes del baloncesto nacional con el resto del planeta ACB va creciendo a pasos agigantados -tres títulos azulgrana y uno blanco en las cuatro últimas campañas, aunque el Real Madrid cuenta con las mismas coronas ligueras que el Baskonia en el siglo XXI, tres, por siete del Barcelona y una del Unicaja-, ¿qué mejor filosofía que observar con detenimiento y evaluar los pros y los contras del boxeador que está enfrente en el cuadrilátero?

El Real Madrid de los récords (28 victorias consecutivas en la ACB: una del quinto partido de la final del curso anterior y 27 de la pasada campaña) maravilló con su juego y era una armada invencible... que se despeñó en los dos últimos meses y se quedó sin la Euroliga ni la Liga. El preciosista estilo de Pablo Laso no cuajó por una pizca, pero no cuajó. El Maccabi y el Barcelona desnudaron a los blancos. Ahora se han replanteado las cosas por Concha Espina, adquiriendo una de las virtudes que lucía el Barça: la rocosidad. Ya sin Mirotic, emigrado a la NBA, Sergio Rodríguez, Llull y Rudy querrán seguir corriendo, igual que el joven Campazzo, pero Nocioni, Maciulis, Ayón e incluso Rivers son jugadores con talento y también aguerridos. En cierto modo, el Madrid se ha barcelonizado para este ejercicio.

Los azulgrana han vivido un verano a la inversa. Xavi Pascual, que por más palos que se lleve en el lomo siempre responde con trofeos, y Joan Creus han firmado a baloncestistas que dan mucho espectáculo, como Justin Doellman, con la presión ahora de estar en un grande con letras mayúsculas aunque en Valencia ya demostrara su calidad, Tomas Satoransky, un aval para buscar canastas por encima del aro, y Tibor Pleiss, un gigante de muchos quilates que terminará en la NBA y que en Vitoria exhibió su categoría, además de DeShaun Thomas. Cierto que el Barça pierde a un estilista ofensivo como Lorbek, pero también abandonaron el barco tipos duros como Papanikolaou y Dorsey. Marcelinho, Navarro, Oleson, Abrines, Nachbar, Tomic y Lampe brillan más sumando que restando. No obstante, en la final de la Supercopa Endesa sufrió el equipo azulgrana el primer serio correctivo de la campaña... aunque esto es muy largo y mejor acabar bien que empezar sacando pecho.

Detrás de este par de gallos hay distintos escalones. Habrá que estar atentos a los puestos punteros al final de la Liga, pues la Euroliga reducirá de cuatro a tres las plazas para España en la siguiente campaña. Por tanto, el Valencia, el Unicaja y el Laboral Kutxa se dejarán la vida en pos de ese lugar, dando por hecho que las otras dos se las repartirán los azulgrana y los blancos.

El extraordinario rendimiento del Valencia, campeón de la Eurocup, será difícil que lo repita, ya que este curso compite en la Euroliga y las exigencias son mucho mayores. Sin Doellman ni Lafayette, sí dispone Perasovic de una base similar con retoques como Vives, Loncar y Harangody. El Unicaja, aun sin Zoran Dragic, parece potente en el perímetro, con Granger, Markovic, Toolson, Vasileiadis, Suárez y Kuzminskas, aunque generan incertidumbre los dos ala-pívots llegados, Thomas y Green. El Laboral Kutxa va a menos y navega en la indefinición; quizás por eso ha firmado para el banquillo al estajonovista Marco Crespi. Los baskonistas andan inquietos con el proyecto.

En el siguiente grupo aparecen el Herbalife Gran Canaria de Aíto, que ha fichado bien e irá a por todas en la Copa, donde ejerce de anfitrión; el competitivo CAI, que se quiere consolidar entre los ocho mejores; el Bilbao Básket, que competirá a pesar de la decisión de la ACB y es una incógnita a todas luces, aunque continúan Raúl López, Mumbrú y Hervelle; el emergente Iberostar; el eterno Joventut, e incluso el nuevo CB Sevilla, con un juego interior tan joven como prometedor.

Aunque la Liga se está abaratando y se ha poblado de yanquis a 50.000 dólares por barba, será interesante ver la evolución de algún proyecto con poco dinero y muchas ganas (La Bruixa d'Or de Pedro Martínez), amén del regreso a la ACB del Andorra -aquí sí hay buena caja- y la apuesta del UCAM Murcia de Diego Ocampo por acceder a la Copa o al play off.

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