Remo · Campeonato de Europa

A esperar el próximo

  • Espléndida jornada final de Europeos en La Cartuja, donde España no estuvo nada afortunada.

La jornada final de los Europeos de remo empezó con una brisa agradable y una temperatura de 24 grados a primera hora, un preludio para unas condiciones que se irían calentando, en la atmósfera y en la grada, a lo largo del día. España comenzó con un cuarto lugar en la final B, décimo en el cómputo total, del skiff ligero masculino de Omar Aymerich, que llegó a meta detrás de Bulgaria, Eslovenia y Turquía.

Enseguida el dos sin absoluto masculino de Álex Sigurbjörsson y Pau Vela, una de las tripulaciones donde había depositadas mayores esperanzas. A pesar de su condición de subcampeones europeos en 2012, habían perdido su entrada en la final por un suspiro, pero sólo pudieron ser terceros en una final B dominada por Alemania y Ucrania. Noveno lugar final para este bote, que tendrá que entrenar muy duro, y contar con un poco más de suerte, de cara a los Mundiales de Corea del Sur. En el doble scull ligero femenino no fueron mucho mejor las cosas para García y Santos, últimas en la final B y duodécimas; nunca compitieron en cabeza. Hubo decepción también cuando el doble scull femenino de la sevillana Nuria Domínguez y la nacionalizada Anna Yuchenko entró último en la final B, en una regata que venció nítidamente Holanda, seguida de Rusia, Italia, Grecia y España. Nuria había declarado que les faltaba un poco de acoplamiento antes de llegar aquí y lo necesitarán para afrontar con garantías lo que queda de temporada.

La mañana se iba calentando y el viento había aumentado ligeramente cuando la grada, llena de familiares de los componentes del ocho masculino que remaba la final B, se desgañitaba intentando empujar al joven equipo, formado por los sevillanos Hidalgo, Morón, Sardelli, Lara, Canalejo, Antonio Guzmán y el timonel Jurado, junto a los foráneos García y Fernández. Casi se vino abajo el CEAR con una victoria trabajada de principio a fin, imponiéndose claramente, ni más ni menos, que a Italia, Rusia y Ucrania.

Y llegaron las finales; la primera, el dos sin ligero masculino. El bote de España, tripulado por Dani Sigurbjörsson y Xavi Vela, hermanos de los remeros del dos sin pesado, hizo una gran regata remando toda la prueba en segunda posición y sólo fue superado en los últimos metros. El bronce mantiene el metal europeo en las dos familias. Suiza se colgó el oro e Italia fue plata.

Resultó interesante la lucha a lo largo de los dos kilómetros entre Austria y Grecia en el skiff ligero femenino, decantada a favor de la helena, con la centroeuropea segunda y Holanda tercera. El skiffista ligero danés Stephansen venció apuradamente a nuestro vecino portugués Fraga, seguidos por Alemania. Poca historia en el dos sin femenino, una de las regatas menos emocionantes de la mañana que se saldó con el triunfo de Rumanía; la plata se la llevó Alemania y el bronce lo obtuvo Ucrania.

Conforme apretaba el sol, el ambiente se hacía más cálido y se empezó a ver remo del bueno. Los subcampeones olímpicos franceses Chardin y Mortelette, favoritos en el dos sin masculino absoluto, fracasaban estrepitosamente y acababan últimos, la gran sorpresa de la mañana. Los serbios Bedik y Stojic vencían con autoridad a Polonia y Holanda, plata y bronce. Se resarció Francia de la decepción ganando con suficiencia el doble scull ligero masculino frente a Noruega, plata, y Suiza, bronce. En el doble scull ligero femenino, repitieron triunfo las italianas Milani y Sancassani seguidas de Alemania y Polonia.

Subía la temperatura y el cuatro sin absoluto masculino español de los sevillanos Noé Guzmán, Marcelino García y Javier García, además de Montes, hacía una salida espectacular y se mantenía durante la primera mitad en medalla. Rumanía se destacaba muy pronto y, en unos disputadísimos últimos 500 metros, Holanda remontaba de forma espectacular para hacerse con el oro. Alemania, con un fabuloso aumento de la frecuencia de paladas, se colocó tercera y el bote español era superado incluso por Croacia para acabar quinto, que, siendo bastante aceptable, dejó algo de decepción en una hinchada entregada.

Alemania, repitiendo una tripulación que fue plata en Londres 2012, dominó desde la salida hasta la línea de burbujas que marcaba la meta en el cuatro scull femenino, embolsándose el oro por delante de Holanda e Italia; Ucrania, campeona olímpica, fracasó.

En el cuatro scull masculino, no falló Alemania con la tripulación vencedora en Londres 2012, acabando por detrás Polonia, Italia, Ucrania, Suiza y una gris Croacia, subcampeona olímpica que había dado una impresión excelente el viernes. El doble scull masculino italiano realizó una remontada de pura potencia para llevarse el oro, haciendo valer su doble condición de campeones olímpicos y europeos, y arrebatando la plata a Lituania por seis décimas. El bronce fue para Noruega.

El equipo lituano, que dio muy buena impresión en doble scull, rompió los pronósticos en el femenino absoluto batiendo claramente a Polonia, con el histórico bote bielorruso llegando tercero el día en que su remera más emblemática, Ekaterina Karsten, cumplía 41 años, festejado en el podio con el consiguiente cumpleaños feliz.

En el cuatro sin ligero masculino, amargo sabor de boca entre los aficionados, que esperaban una posible medalla del equipo formado por Pérez, González, Rojas y Franquet , que salieron regular y nunca dieron la impresión de estar en la prueba. Un sexto y último lugar de impotencia completaba de forma decepcionante la actuación global de España. Ganaron los previstos, los daneses, con Chequia y Francia acompañándolos en la entrega de medallas. Lo que ayer planteábamos como una ventaja al alcanzar directamente la final ahorrándose una regata, probablemente no fuera nada positivo.

El ocho femenino rumano ganó con casi tres barcos de ventaja su final, seguido de Alemania, Rusia y Bielorrusia. Hubo doble victoria checa en las pruebas de skiff absoluto: en hombres, el subcampeón olímpico Synek venció al alemán Hacker y a los representantes de Holanda, Lituania, Azerbayán y la neófita Israel. Por su parte, la campeona olímpica Knapkova se deshizo con facilidad de la austriaca y la holandesa, que la acompañaron en el podio.

Y para acabar la espléndida mañana, la prueba reina. Con algo menos de ventaja de lo pensado, el ocho campeón olímpico alemán dio una lección de dominio y se impuso a la sorprendente Polonia, plata, siendo terceros los holandeses; por detrás, Italia, Francia (¡qué decepción para los subcampeones olímpicos Chardin y Mortelette, que doblaban del dos sin, donde también habían fallado!), Bielorrusia y Chequia.

Como resumen global, fue pobre la actuación de España, que terminó con un bronce en un bote no olímpico y unos inesperados quinto y sexto lugares en las otras dos finales en las que tomaba parte. Teniendo en cuenta que la principal potencia mundial en este deporte, Gran Bretaña, no participó por razones de calendario y que en los botes grandes siempre hay que contar a nivel internacional con australianos, neozelandeses, estadounidenses y canadienses, hay un duro trabajo por delante. Ojalá los buenos remeros y entrenadores sevillanos que hay en el equipo nacional sean capaces de dar una vuelta total a esto y puedan tomar parte en los Mundiales de Corea del Sur con garantías.

España, además de los botes finalistas, clasificó séptimo al ocho masculino (la mejor satisfacción del equipo con excepción del bote medallista), noveno de 11 participantes al dos sin masculino absoluto, décimo de 14 al skiff ligero masculino, undécimo y último al doble scull femenino absoluto, duodécimo de 13 al doble scull ligero femenino, decimotercero de 13 al cuatro scull masculino, decimocuarto de 15 el skiff femenino absoluto y decimoctavo de 22 al doble scull ligero masculino...

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