A sus casi 31 años, Federer continúa conquistando espacios en la historia del tenis, en la que ayer se convirtió en el tenista con más títulos de Wimbledon (siete) y con igual número de semanas al frente de la lista mundial (286), empatado en ambos casos con Sampras. A pesar de que su físico ya no es el mismo que a los 25 años, la muñeca del suizo no ha olvidado cómo se fabrican los golpes maestros que ponen al público en pie hasta en la catedral del tenis mundial.

Si bien el nuevo número uno del mundo cuando se actualice el ranking de la ATP había ganado su último Grand Slam a principios de 2010, en Australia, y no había pisado otra final de un gran torneo desde mediados de 2011, en París, Federer estaba seguro de que su ciclo no había terminado.

Acechó durante meses en el número tres, mientras Nadal y Djokovic se hacían los dueños del circuito. Federer, zorro viejo, supo esperar su momento, que llegó en esta ocasión en Londres: Nadal cayó en la segunda ronda ante un desconocido, el checo Lukas Rosol, y a Djokovic le pudo la presión en su primer encuentro sobre hierba con el suizo y perdió debido a la cantidad de errores no forzados que cometió en las semifinales.

Con su decimoséptimo Grand Slam en el bolsillo (7 Wimbledon, 5 Abiertos de EEUU, 4 Abiertos de Australia y 1 Roland Garros), Federer engrandece aún más su leyendaa su huella en la historia del tenis. El tenista de Basilea ya apuntaba maneras como júnior, cuando ganó en Wimbledon en 1998, y alcanzó la primera final como profesional en Marsella en 2000 para plantarse por vez primera en lo más alto del ranking de la ATP en febrero de 2004. A un mes de cumplir 31 años, el suizo acumula 74 títulos individuales y ocho de dobles en una carrera en la que ha ganado 846 partidos, por 192 perdidos.

"El mejor tenista que ha habido", según le describió Serena Williams, ha acumulado unas ganancias de más de 58 millones de euros a lo largo de su dilatada carrera. El suizo, especialista en cualquier superficie y tenista con maneras de bailarín, grabó un nuevo éxito en su amplio currículum en el All England Club al lograr algo que solo Sampras, uno de sus ídolos en el tenis, había alcanzado hasta ahora.