La necesidad obligó a Paco Chaparro a colocar a Juande en el trivote del mediocampo y el motrileño respondió a la perfección e incluso se estrenó como goleador en Primera. Un sabor especial para el día en el que Betis casi selló la permanencia.

-Su regreso a la titularidad y mejor imposible.

-Ya jugué ante el Barcelona y salí satisfecho con mi trabajo, porque cumplí con lo que se me había pedido. El sábado tuve la oportunidad de jugar más adelantado y puede acudir a más partes del campo, que es lo que me gusta. También es fácil hacerlo bien cuando todo el equipo cumple con su cometido.

-¿Sintió algo especial al marcar su primer gol en Primera?

-Todos los niños tienen el sueño de debutar en Primera y yo he podido conseguir eso y, además, marcar un gol, que es lo más grande que puede haber. Se vienen muchos recuerdos a la cabeza, te acuerdas de tu familia, los amigos… Pero sobre todo de mi abuelo, que es a quien más le gustaba el fútbol junto a mi padre. Se lo dediqué a él y por eso miré al cielo e hice un gesto. Espero que pudiera verlo desde allí.

-¿Cuál ha sido la clave para que el equipo ofreciera una imagen diferente a la del Levante?

-El equipo salió al campo con las ideas muy claras del partido que nos convenía, intentando aprovechar los espacios que el Atlético dejaría y buscar el contragolpe. Además, la sensación que tuvimos los mediocampistas es que dominábamos el juego y que éramos superiores a ellos.

-¿Pero existía una motivación extra por aquello de borrar la mala imagen?

-No es que saliéramos al campo a callar bocas, pero el fútbol te permite tomarte una revancha a la semana siguiente. Sabíamos que volveríamos a ganar y ahora la permanencia se ve más cerca.

-Por cierto, mucho se había hablado de las bajas en ataque y el equipo respondió con tres goles al cuarto clasificado...

-El éxito de los teóricos titulares ha venido marcado por la presión de la gente que estaba por detrás, que no ha bajado los brazos. Nadie ha tirado la toalla y cuando un jugador ha entrado en el equipo ha mejorado poco a poco. Además, aparte de un equipo, somos compañeros y amigos y eso también genera un bloque.

-Usted conoce bien a Paco Chaparro. ¿Qué les ha dado para que dé un giro de 180 grados?

-Desde su llegada el equipo ha evolucionado y ha tenido una mentalidad ganadora, algo que quizás no aparecía tanto antes. El fútbol es competitividad y con el entrenador el equipo recuperó la confianza. Es muy competidor y ha influido en que cambien muchas cosas. Ha cuidado los pequeños detalles y nos ha hecho ver que no somos tan malos.

-Vamos que para usted no existe duda sobre su renovación...

-Lo ha demostrado con sus resultados, que es su mejor aval. Ahora mismo es la mejor opción.

-Y ya casi se empieza a mirar la próxima temporada. ¿Tiene pensado su futuro?

-Sólo miro el presente y lo primero es conseguir los puntos que nos hacen falta para sellar la permanencia, que no está matemáticamente conseguida. ¿El derbi? Nosotros desde que acabamos el partido hemos desconectado para volver mañana a trabajar y ponernos otra vez las pilas. Nada más.