Fútbol l Liga BBVA

Tras los fichajes, llega la presión a Pellegrini

  • El técnico chileno ya tiene todo lo que pidió, y es ahora cuando comienza su trabajo para aspirar a todos los títulos en juego

El Real Madrid cerró su lujoso plantel con la contratación de Xabi Alonso y tras gastar más de 250 millones de euros en configurar la plantilla. Su nuevo entrenador, Manuel Pellegrini, ya lo tiene todo, incluida la presión de ganar todos los títulos en juego la próxima temporada. Después de tan espectacular inversión, ya no hay cabida a las excusas.

El club blanco realizó este año la mayor inversión de su historia al contratar a seis futbolistas de primer nivel: el brasileño Kaká, el portugués Cristiano Ronaldo, el francés Karim Benzema y los españoles Raúl Albiol, Álvaro Arbeloa, Esteban Granero y Xabi Alonso, con los que se cumplió la promesa de españolizar al Real Madrid.

"Vamos a tener que hacer en un año lo que haríamos en tres", proclamó Florentino Pérez nada más asumir la presidencia del Real Madrid. Declaración de intenciones que, efectivamente, el todopoderoso constructor ha cumplido con creces, otorgándole a Pellegrini todos sus deseos con el fin de volver a situar al equipo en el primer plano mundial, sobre todo tras el triplete alcanzado por el eterno rival.

Una vez terminado el trabajo de Pérez , ahora le corresponde al chileno asumir la presión. El equipo no sólo debe ganar, sino jugar bien, como exige su hinchada y como se espera de un equipo galáctico. Tras la disputa de los primeros amistosos de la temporada, el juego blanco ha recordado en exceso al de la anterior campaña, por lo que Pellegrini recibió las primeras críticas a su gestión.

El ex entrenador del Villareal se encuentra ahora en una posición bien conocida durante los mandatos de Florentino, que dirigió previamente el club de 2000 a 2006, y es que tiene a su disposición un conjunto lleno de estrellas y no sólo debe hacer funcionar la máquina, sino también saber administrar los egos en el vestuario.

A esa situación se enfrentaron anteriormente, sin mucho éxito, el portugués Carlos Queiroz, José Antonio Camacho, Mariano García Remón, el brasileño Vanderlei Luxemburgo y Juan Ramón López Caro. Todos ellos ocuparon el banquillo entre 2003 y 2006, coincidiendo con el periodo de Florentino. Ninguno de ellos logró aguantar dos temporadas.

Sin embargo, el reto del equipo de la Castellana es conseguir una estabilidad en el banquillo que no tiene desde 2003, cuando el actual presidente despidió a Vicente del Bosque tras alcanzar la última Champions del conjunto merengue. Desde entonces, el Madrid se ha convertido en una auténtica trituradora de entrenadores.

Además, Pellegrini deberá acostumbrarse a lo que significa ser el entrenador de un grande. Si el equipo gana, los méritos se los llevarán los futbolistas. Si pierde, las culpas irán hacia el entrenador. Así ha sido siempre con FP.

Por su parte, el argentino Jorge Valdano se ha apresurado a afirmar que tras el fichaje de Alonso, "la plantilla ya está cerrada". Fue una forma de decir: "Pellegrini, tienes todo lo que pediste, ahora comienza tu trabajo de verdad".

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