El verano va a ser muy largo para la secretaría técnica del Sevilla. Monchi y sus colaboradores tienen una ardua tarea por delante, ya que la plantilla sevillista tiene un excedente de fichas profesionales una vez que regresen de sus respectivas cesiones varios jugadores, con distinta casuística para cada uno de ellos. Sin contar a los canteranos que, con ficha del filial, participaron el curso pasado en la exitosa campaña del equipo, es decir, José Carlos, Marc Valiente, Cala, Carreño, Luna y Rodri, el Sevilla tuvo inscritos a 26 profesionales, aunque terminó con 24 fichas por las cesiones de Kone y Chevantón. Tras la salida de Stankevicius, el número se queda en 25, a los que hay que sumar Alfaro, con sitio garantizado en el primer equipo, y Dabo, el primero de los fichajes que hará el club. En total, a día de hoy, son 27 fichas profesionales. Evidentemente, la prioridad en estos momentos es darle salida, al menos, a siete futbolistas para dejar hueco a los nuevos fichajes, entre tres y cuatro, según Monchi.

El comité ejecutivo del Sevilla tiene previsto confeccionar una plantilla de 23 profesionales como máximo. Por varios aspectos, entre los que hay que denotar la importancia de la amortización de estos profesionales durante el curso 2010-11, y la situación especial de algunos futbolistas. Hay casos delicados, como los de Sergio Sánchez y Kone. Ambos han sido operados en mayo por distintas dolencias de gravedad y no podrán ser inscritos en agosto, aunque sí podrían reengancharse en enero. De ahí la conveniencia de dejar dos fichas libres, además de la importancia de reducir el número de profesionales de la plantilla a efectos económicos. Pero, en el caso de que la dirección deportiva logre configurar una plantilla de 23 futbolistas, debería darle salida al menos a siete jugadores de la actual plantilla, para dejarle hueco a los tres refuerzos previstos, que pueden llegar a ser cuatro, si es que salieran ocho jugadores.

Evidentemente, en este análisis no entra la posibilidad de que algún club grande se decida a fichar a alguna de las estrellas del Sevilla, que tendría su correspondiente repuesto. Hay que mirar en esta operación salida hacia jugadores que no han cumplido con las expectativas y a los dos delanteros cedidos, Chevantón y Kone. De Mul, que hubo de ser inscrito el año pasado al no encontrársele destino, Duscher, Romaric, Lolo o incluso Acosta, son los principales candidatos a ser colocados de una u otra forma, entre las que la cesión no es descartable para los dos últimos.

En la plantilla profesional tiene un sitio garantizado Alfaro, tras sus dos años cedido al Tenerife. Mientras, Cala ha sido confirmado como un integrante más del primer equipo, aunque será inscrito con ficha del Sevilla Atlético, ya que no hay hueco para una ficha del primer equipo. Ayer hubo una reunión entre Monchi, su representante y el padre del jugador para acercar posturas sobre la renovación del central lebrijano. Fue una primera toma de contacto en una negociación que puede dilatarse algo más en el tiempo. Lo que sí tiene garantizado el prometedor futbolista de 20 años es que será, a todos los efectos, un hombre más del grupo de Antonio Álvarez. Gracias a su edad, el reglamento le permite actuar en el Sevilla con ficha del filial, aunque tiene la promesa de que no dará el paso atrás de jugar en el Sevilla Atlético.

Entre el el filial y el primer equipo seguirán varios canteranos cuya aportación ya ha sido crucial, como son los casos de Rodri y Luna. Ellos y el meta Dani Jiménez realizarán la pretemporada a las órdenes de Álvarez.

Pero darle salida a esos seis o siete futbolistas para dejarles hueco a los tres o cuatro refuerzos que tiene previsto realizar el club de Nervión no será la única tarea que tiene por delante Monchi. Hay otros cuatro canteranos que retornan de sus respectivas cesiones y que no pueden volver, por su edad y su trayectoria, al filial ni tienen sitio en el primer plantel. Son los casos de David Prieto, Casado y Armenteros (cedidos al Xerez) y Crespo (al Racing). Ellos también forman parte de la obligatoria operación salida.