Mirar atrás no sirve de nada, sobre todo cuando el Cajasol tiene en el horizonte un partido que se antoja vital en su lucha por la salvación con el Grupo Capitol Valladolid de Javier Imbroda, al que la derrota metería de lleno en una pelea por la salvación cada vez más abierta.

Dos pesos pesados de la plantilla cajista como Kakiouzis y Bueno así lo creen, y abogan por olvidar el fiasco de Badalona para centrarse en lo que tienen por delante. "No podemos pensar ni un minuto más ya en la derrota con el Joventut. No creo que nadie haya estado tranquilo desde el viernes, pero hay que olvidarse y mentalizarse para el sábado. Tenemos que demostrarnos a nosotros mismos y a todo el mundo que sólo fue una cosa puntual y sacar la garra que mostramos ante el Ricoh Manresa y el Iurbentia Bilbao", manifestó el capitán Antonio Bueno. En la misma línea se expresó Kakiouzis, que calificó de "finales" los dos próximos compromisos en San Pablo: "Nos jugamos la vida en esos enfrentamientos. Si perdemos, estamos muertos", sentenció el pívot, que no deja de hacer sus particulares cuentas: "Si sacamos los cinco encuentros de casa, estaremos salvados. Con 13 victorias creo que la permanencia es factible".

El griego, que también reconoció que el del pasado viernes fue el peor encuentro del Caja esta temporada, piensa más allá del mero triunfo teniendo en cuenta posibles empates al final. "El Valladolid es un rival directo, porque está sólo a dos victorias. Si ganamos lo metemos en la pelea. Además, tenemos que pensar también en el básket average, ya que allí perdimos por dos y puede ser otro aspecto determinante en el campeonato", explicó el internacional, quien añadió: "En toda la primera vuelta ganamos cuatro partidos, y ahora, en siete con el nuevo entrenador, llevamos otros cuatro. Hemos mejorado en muchas cosas, pero la situación sigue siendo muy difícil, aunque hay muchos equipos luchando por la permanencia".

Kakiouzis, del que todavía se espera más, está realizando una mejor segunda parte del campeonato, y en ello tiene que ver la mano de Comas. "Me encuentro más libre con él. Con Magnano no tuve ningún problema, pero ahora juego más cómodo, como más me gusta, aunque lo primero para mí es el equipo", aseguró el ex azulgrana, quien reconoce que le gustaría seguir el año próximo en Sevilla: "Estoy muy a gusto aquí. Me quedan dos meses de contrato y no sé qué pasará. Me gustaría quedarme, pero eso no depende sólo de mí".