Sevilla C y San Roque protagonizaron un partido muy físico aunque carente de demasiadas ocasiones de peligro por parte de ambos conjuntos, con lo que se alcanzó el pitido final con el empate a cero que mostraba el marcador en el arranque del choque.

En la primera mitad apenas se registró peligro en ninguna de las dos áreas y los guardametas fueron meros espectadores del duelo. La única ocasión de los pupilos de Chesco llegó en el minuto 41, cuando Javi Falcón recibió un pase en profundidad e hizo un quiebro a la defensa visitante para disparar a puerta. Pero Goito desvió el balón hacia el banderín de córner.

No mejoró en exceso el espectáculo tras el paso por los vestuarios. El partido siguió desarrollándose como una batalla táctica en el centro del campo, donde la presión de los dos equipos, mejor sin balón que con el esférico en su poder, impedía al adversario armar su juego.

El entrenador nervionense movió el banquillo por partida doble a los 12 minutos de la reanudación buscando algo más de profundidad. Fue Bugatto quien dispuso de la mejor oportunidad en una doble ocasión. Su primer disparo a puerta lo repelió con los puños Goito. El esférico volvió a sus pies y, aunque intentó por segunda vez enviarlo al fondo de la red, el meta del San Roque volvió a lucirse para evitar que el Sevilla tomara ventaja.

De ahí al final, el encuentro se consumió en las tímidas llegadas de unos y otros, con muchos balones por arriba que los centrales y los porteros desbarataron.