Fútbol l Segunda División B

Un golpe hacia la incertidumbre

  • El Betis B volvió a caer en su campo y mira más de cerca la zona de descenso

Muy felices se las prometía el Betis B ante la visita de un Talavera condenado a descender de categoría tan pronto como la temporada finalice, pero terminó atacando sin cabeza en el intento de evitar una derrota que finalmente resultó inevitable. Perdió pese a que la amenaza de lluvia se quedara en amenaza. Perdió pese a que René evitara en el segundo tiempo que el oponente sentenciara en varias ocasiones al conjunto de José Luis Mena. Pese a muchos factores más, el filial verdiblanco perdió su tercer encuentro consecutivo y careció del que quizás hubiese sido el único motivo que le invitase a llevarse los tres puntos, la búsqueda de un juego más brillante que no dejase en manos de la suerte las posibilidades de al menos empatar.

Con Salva y Cañas llevando la batuta del equipo, el Betis B comenzó con cierto interés por llevar el control del balón, aunque pronto el Talavera dejó muestras de que al contragolpe podía dar más de un susto a los béticos. Una gran ocasión de Fran Machado en el 9 parecía vislumbrar una realidad que después no existió, ya que el Talavera disfrutó de las mejores ocasiones, con dos remates de cabeza de José María que René y el poste no dejaron entrar. Además, el visitante Jorge se convirtió en una auténtica pesadilla para la defensa verdiblanca, con diagonales y desbordes en ningún momento contrarrestados por los jugadores creativos del Betis B, que abandonaban a Cañas para buscar un aislamiento que impedía cualquier intento de salida de balón.

Un lanzamiento directo de falta botado por José María puso en la reanudación por delante al Talavera, aprovechando un bote engañoso que René no logró anticipar. Era un castigo cruel pero previsible, ya que los de José Luis Mena seguían jugando a atacar sin saber muy bien de qué forma. A partir de ahí el 0-1 se pudo convertir en una abultada goleada de no haber frenado René las acometidas del Talavera, crecido ante la parsimonia y falta de ideas del filial bético. Ni los intentos desesperados de Cañamero ni la entrada de Carreño dinamizaron el ataque local, que sin embargo se encontró con un penalti a favor regalo de la defensa adversaria. Toni, que lo forzó con una hábil jugada en el área, lanzó fuera el penalti, desperdiciando la mejor ocasión para empatar y soñar con el triunfo. Todo quedó finalmente en un sueño, el de volver a ser el equipo de comienzo de campaña que vencía sabiendo la forma en que debía lograrlo y no el que debe ahora mirar a la zona baja temiendo que los objetivos pasados se conviertan en nuevas metas de diferentes perspectivas.

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