El Atlético sufrió el enésimo fracaso de una temporada, quizá el más humillante, en la que se quedó fuera de la Copa contra el Albacete, un Segunda B que venció en el Calderón, en la despedida de Gregorio Manzano. En las próximas horas será destituido y probablemente llegará Diego Simeone, el revulsivo ideado por la directiva para reflotar un equipo en crisis total, sin Copa y décimo en la Liga.

No contaba el Atlético con un gol tan rápido en contra. Ni en sus peores pesadillas hubiera imaginado un panorama peor. Del 2-1 de Albacete, en la ida, se pasó al 0-1 a los 22 segundos de la vuelta en el Calderón, cuando Víctor Curto batió a Sergio Asenjo desde la frontal del área. Había sacado de centro el equipo rojiblanco. Necesitaba tres goles para eliminar al Albacete que ya demostró hace dos semanas su capacidad para derribar a un decepcionante conjunto madrileño.

El Atlético intentó ponerse manos a la obra. No jugó bien ni protagonizó las ocasiones previstas ante un rival dos divisiones inferiores. Atascado ante la corrección defensiva de su oponente, apenas gozó de ocasiones. Incluso, Asenjo salvó el 0-2 ante Tete en el cierre de la primera mitad y como anticipo del segundo tiempo, pero tampoco en éste hubo noticias del Atlético en ataque.

Todo se cerró con la eliminación, con un fracaso mayúsculo, increíble por el presupuesto y el adiós más triste para un Manzano que ya estaba sentenciado.