Champions League: Sevilla -Juventus · La crónica

Los hados llevan a pelear por la Quinta (1-0)

  • El Sevilla cumple con su trabajo de derrotar a la histórica Juventus y volverá a su competición fetiche, la Liga Europa. Un gol de Fernando Llorente inicia la ristra de buenas noticias. Partidazo de Sergio Rico.

El Sevilla vuelve a su hábitat natural con uno de esos alegrones que pueden marcar el devenir de una temporada. Cuando los ánimos estaban por los suelos, en un descanso con pinta de funeral por la concatenación de circunstancias negativas que se estaban produciendo, tanto aquí como en Manchester, un cabezazo aislado de Fernando Llorente dio paso a una catarata de buenas nuevas para los nervionenses. Bastó con eso, un córner bien sacado, un excelente delantero centro para convertirlo en gol y a partir de ahí los hados se sacudieron definitivamente para tirar de la entidad sevillista. Los goles llegaban uno detrás de otro desde el Etihad y todos los conseguía el City, ya con Jesús Navas sobre la cancha, y la Juventus se estrellaba contra un espectacular Sergio Rico, también una vez contra el larguero, en su asedio por recuperar la primera plaza del grupo. Pero no, el Sevilla fue capaz de aguantar con entereza, cumplió con su parte del trabajo y el premio es pelear de nuevo por la Liga Europa, iniciar un camino por la Quinta que arranca el 18 de febrero de 2016 con la ronda de dieciseisavos y concluirá para el campeón el 18 de mayo del mismo año en la ciudad suiza de Basilea.

Ésa es la hoja de ruta para el inminente 2016 que se ganaron ayer los sevillistas gracias a que, una vez más, supieron creer en sí mismos. Y, por qué no decirlo aunque ya suene a repetitivo, porque no se rindieron a pesar de que todas las circunstancias parecían adversas para ellos. Los hombres de Unai Emery se toparon desde el principio con una Juventus que es un verdadero equipazo de fútbol y eso los condujo a empequeñecerse, a parecer que estaban muy por debajo del adversario cuando las cartas comenzaban a echarse para iniciar la partida. El vasco había apostado por un equipo más o menos previsible con la permanencia de N'Zonzi en el mismo en detrimento de Iborra. Sí ingresaban Coke y Tremoulinas en los laterales, Banega en el eje de las operaciones y Fernando Llorente, por fin, en la punta del ataque. El resto eran los mismos de Riazor.

Con esos elementos se iba al cuerpo a cuerpo con una Juventus que es un modelo táctico, un equipo con un poderío posicional increíble y con futbolistas de mediocampo para arriba que lo pueden desequilibrar absolutamente todo. Tanto es así que en los primeros 25 minutos ya pudo decantarse el litigio a favor de los italianos. Pero, al contrario de lo que sucediera en la visita del City al recinto nervionense, esta vez el cabezazo de Morata en solitario se iba fuera, Sergio Rico le hacía un espectacular paradón a Sturaro en otro testarazo y Morata mandaba al limbo un gol servido por Dybala para suspiro de toda la grada.

Ojo, sería muy injusto obviar que el Sevilla también tuvo sus oportunidades para ponerse por delante, porque después del paradón de Sergio Rico a Sturaro también hacía una intervención del mismo mérito, o más, Buffon ante Llorente e incluso en esa misma jugada Konoplyanka pudo adelantar a los blancos. A raíz del error de Morata, todo comenzó a equilibrarse en lo referente al juego, lo que no era una mala noticia precisamente. Todo lo contrario que lo que escupía el portal mismarcadores con el 1-2 de Raffael.

El silencio en el intermedio era absoluto, casi se oía cada ataque a los bocadillos de los seguidores de la causa blanquirroja y en ese momento seguro que ninguno de ellos, ni el más optimista siquiera, entró en su smartphone para echarle ni un solo euro a la apuesta por la clasificación del Sevilla para la Liga Europa. Aquello se convertía en esos instantes poco menos que en un imposible. Más aún al comprobar el juego en el arranque del segundo periodo, pues la Juventus salió crecida con las noticias que recibía desde Inglaterra y Banega y compañía parecían aturdidos ante la montaña que debían escalar. Además, sin tener una garantía de premio si lo hacían, pues si ganaba el Mönchengladbach...

... Pero fútbol es fútbol, que diría el fallecido Vujadin Boskov. Deambulaba cabizbajo Konoplyanka por el campo ante su impotencia para superar a los zagueros juventinos; Fernando Llorente seguía en su quiero y no puedo y a veces no llegaba a disparar siquiera cuando tenía el balón dentro del área; los centrales se las veían y se las deseaban para defender a Morata y Dybala; Krychowiak parecía harto de correr para nada; Coke y N'Zonzi, tampoco Vitolo, en las asociaciones por la derecha; Banega sí trataba de ordenar aquello, y Sergio Rico, eso sí, acumulaba felices intervenciones.

Y ahí, justo en esa fase, en la que seguía pareciendo imposible que el City llegara siquiera a empatar con el Mönchengladbach, Barzagli regala un saque de esquina ante la bronca de Buffon. Bah, uno más, tampoco pasa nada, pensaría más de uno. No, surge la magia, Konoplyanka lo pone tenso al primer palo y Fernando Llorente engancha un remate de delantero centro caro. 1-0, casi todos pasan a estar pendientes del Etihad y comienzan a caer goles de Sterling.

Justo lo que el Sevilla necesitaba para volver a sentirse un equipo de fútbol competitivo, una inyección de vitaminas justo en el momento oportuno para sentirse otra vez los reyes del mambo. A partir de ahí, los blancos ya sí pelearon cada balón y aunque sufrieron ante la calidad de Pogba, Dybala, Morata y luego Cuadrado dos paradones de Sergio Rico y un disparo al larguero del argentino, también tuvieron el 2-0 con ocasiones de Gameiro, muy clara, y de Banega. El tiempo corría muy lento en ese epílogo, pero el Sevilla, ahora sí, supo arremangarse, pelear como lo debe hacer siempre y llegar a la orilla. El premio es la posibilidad de pelear por la quinta corona en su competición, pero más que eso la inyección de autoestima debería servir para que el equipo de Emery vuelva a creer en sí mismo. Tanto en casa como fuera, con intensidad es posible. Ciao Champions; ciao Liga Europa.

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