Una defensa individual por todo el campo. La medida es heterodoxa, pero no hay duda de que el técnico argentino Eduardo Toto Berizzo dio con la fórmula que muchos llevaban buscando y que sabe cómo ganar al Barcelona.

Así lo demostró el domingo su equipo, el Celta de Vigo, cuando superó al actual campeón de la Liga española por 4-3 después de un despliegue espectacular que despertó la admiración de todos los analistas por su osadía y originalidad. El Barcelona encuentra su kryptonita particular cada vez que juega contra el Celta. El modesto equipo gallego es el único que ganó más de una vez al conjunto azulgrana en los tres años que Luis Enrique lleva en el banquillo del Barcelona. Y lo hizo hasta en tres ocasiones, una por temporada.

"Fue un Barça asfixiado por el hambre celeste", aseguró Marca. Y As añadió: "No hay equipo que despoje mejor al Barcelona que el Celta, excelente en la presión alta y las transiciones, voraz a la hora de atacar las flaquezas del equipo de Luis Enrique".

Berizzo sublimó el domingo algo que ya enseñó la pasada semana y perfeccionó esta misma temporada ante el Real Madrid. Su equipo cayó 2-1 en el estadio Santiago Bernabéu, pero puso contra las cuerdas a los blancos con la misma táctica que sí le sirvió ante el Barcelona.

Lo que propone Berizzo es lo que nadie se atrevió a hacer antes, ya fuera equipo grande o pequeño: jugar a baloncesto en defensa y a fútbol en ataque.

El técnico argentino puso a sus jugadores a defender "uno contra uno" por todo el campo, desde el área contraria a la propia, en un esfuerzo absolutamente brutal que sólo se puede entender por la fe que tienen los futbolistas celestes en su entrenador.

Con la presión llegaron los errores del Barcelona. En el primer gol erró Sergio Busquets tras un mal pase de Marc-Andre Ter Stegen, el guardameta azulgrana, quien regaló el cuarto tanto al estrellar un intento de pase en Pablo Hernández, quien siempre persiguió con fe el error del alemán. Naturalmente, el Celta acabó asfixiado y su renta de 3-0 peligró cuando el Barcelona se puso 3-2, aprovechando la inmensa fatiga local. Pero el inesperado error de Ter Stegen dio aire a un conjunto que acabó con náuseas en el campo, pero celebrando el improbable triunfo.

"Nos terminamos de convencer de que podemos ganarle a cualquiera y encontramos en esta actuación un gran respaldo para el futuro", proclamó satisfecho Berizzo tras el triunfo.

El técnico argentino no dio un paso atrás cuando comenzó la temporada con tres derrotas consecutivas en la Liga. Pero hace tiempo que nadie en Vigo pierde la paciencia. El reposo con el que Berizzo analiza los malos momentos sin duda ayuda.

Su equipo siguió jugando a lo mismo, a intentar ser valiente y protagonista, y encadenó tres victorias y un empate en las últimas cuatro jornadas del torneo español. Superó el traspaso de su gran estrella, Nolito, y empezada la temporada se sobrepuso a la lesión de otro de sus puntales, Orellana.

Más allá de futbolistas, este Celta es lo que Berizzo quiere: un equipo indómito que asume riesgos sin llegar a la temeridad, y que encontró el Santo Grial que tantos buscaron durante los últimos años. Sabe cómo ganar a un Barcelona que, en cambio, no halla la respuesta a esa defensa.