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La huelga pasa rozando

  • Los clubes deciden suavizar su protesta contra la reforma fiscal con la promesa de negociar con el Gobierno · El día 19, otra cita

Los clubes españoles decidieron que por el momento no irán a la huelga en protesta por la subida de impuestos a los jugadores extranjeros que proyecta el Gobierno, aunque rechaza la medida y seguirá debatiendo propuestas alternativas. La Liga de Fútbol Profesional (LFP), que agrupa a los equipos de Primera y Segunda, prefirió formar una comisión de negociación para tratar de encontrar una solución consensuada con el Ejecutivo. La asamblea adoptó esa decisión en una reunión a la que asistieron todos los equipos de Primera, salvo el Mallorca, y todos los de Segunda a excepción de Real Unión de Irún, Castellón, Elche, Rayo Vallecano, Huesca y Cartagena.

El PSOE y otros partidos de izquierda acordaron el martes revisar la llamada ley Beckham, que hasta ahora rige en el país y que convierte a España en un paraíso fiscal para los multimillonarios fichajes de los clubes de fútbol.

España es el país con menores costes fiscales para los futbolistas extranjeros, según un estudio elaborado por el gabinete jurídico de la auditoría Ernst & Young. Por ello, el país se convirtió en un destino preferente para jugadores de todo el mundo, a los que los clubes pueden pagarles más fácilmente grandes sumas económicas. El Gobierno pretende que los profesionales desplazados a España temporalmente y que tengan unos ingresos superiores a 600.000 euros anuales tributen el 43% en lugar del 24% actual.

La huelga se salvó, al menos por el momento. Porque Astiazarán no quiso pronunciarse sobre si una falta de entendimiento en la negociación con el Gobierno podría llevar finalmente a una huelga. Astiazarán emplazó a la celebración de una nueva asamblea, el día 19, que adoptará decisiones oportunas "en función de los avances o acuerdos alcanzados con los representantes del Gobierno y el Parlamento".

El presidente de la LFP compareció al término de la reunión, de dos horas y media de duración, y justificó la decisión de no adoptar ninguna medida de presión "en aras a la colaboración y el entendimiento, y en busca de un diálogo urgente y eficaz". Pero todos los afiliados continúan disgustados por la medida. "Menoscaba la capacidad competitiva del fútbol español respecto a otras grandes ligas", aseguró Astiazarán, quien también se quejó de que no se haya consultado a los clubes antes del anuncio.

La gran preocupación de los grandes clubes españoles (principalmente Real Madrid y Barcelona) se centra en ver qué pasará a partir de ahora, cuando sus ofertas a los cracks no sean tan extraordinariamente ventajosas como hasta ahora. O en todo caso, más onerosas para las arcas de las entidades. Cabe recordar que los futbolistas negocian sus salarios en ingresos netos, sin importarles cuáles son las cantidades que deben cotizar al fisco. Esos cálculos corren a cuenta de las entidades deportivas.

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