Valladolid | betis · el otro partido

Es imposible ganar siempre

  • Paco Chaparro dejó de sumar los tres puntos que estaban en juego desde que llegó al banquillo bético · El Betis encadena su mejor racha de la temporada

No siempre iba a ganar en la Liga Paco Chaparro como entrenador del Betis. Algún día se tenía que cortar esa racha de victorias (Santander, Villarreal y en casa frente al Almería) y fue Valladolid la plaza donde el equipo no pudo sumar los puntos en juego. Aunque la lectura positiva es que el Betis no pierde y cada día deja una mejor imagen como equipo. Una imagen más sólida a nivel defensivo y, además, suele tener alguna ocasión ante la meta rival. Las de ayer fueron a balón parado. Con Chaparro se ve una salida del pozo, y con la confianza de que esto se consiga se va a tomar la familia verdiblanca los turrones.

Con dos partidos fuera de casa con el entrenador trianero al cargo, el Betis demuestra qué imagen quiere ofrecer lejos de Heliópolis. Con Héctor Cúper, la idea era esperar a ver qué quiería hacer el contrario, sin poner oposición alguna a que desplegase su juego. Chaparro no quiere esperar. Este Betis quiere buscar al rival, y eso que en Valladolid la fuerza en la presión de los pucelanos hizo casi imposible que los heliopolitanos encontraran su sitio en el campo. También fue destacable la baja de Capi, el guía del equipo en el campo.

Pero el resultado final es que el Betis es un equipo guerrero, que pelea, que no da un balón por perdido, que es consciente de sus limitaciones y sus virtudes. Todo esto ha hecho que el equipo encadene su mejor racha de la temporada con siete puntos en tres partidos. A principio del ejercicio estuvo cuatro partidos sin perder -uno más que ahora-, pero el resultado en puntos se quedó en seis. Otra de las virtudes que se le detectan a este equipo es que encaja pocos goles. De hecho, en los partidos con Chaparro en el banquillo (sin contar el de Copa), el Betis sólo ha encajado un gol, y además éste lo marcó Negredo desde el punto de penalti.

Y es que hacer milagros no es el trabajo de un entrenador. Algo parecido a un milagro fue lo que realizó Paco Chaparro en Santander hace medio año. Milagro es que el Betis haya conseguido nuevetriunfos en todo 2007, y tres de ellos hayan sido con este bético en el vestuario. Y un milagro sería que el Betis llegase a finales de abril con los deberes bien hechos y con la salvación en el bolsillo.

Desde el Betis se piensa que éste es el rumbo a seguir por el conjunto de La Palmera para salir de los sótanos de la clasificación y, tras dos años de sufrimiento inhumano, respirar con cierta tranquilidad. Ahora llegan las navidades y, al menos, la hinchada del Betis podrá decir que su equipo ya no es el cadáver de hace menos de un mes.

Pero la gran duda que queda en el aire es saber qué camino tomará el Betis después de los días festivos. El cambio de entrenador hace casi un año produjo una misma sensación en el club de las trece barras. Aunque llegó una mala racha, y el equipo no se fue a Segunda por un pelo. El arma de la motivación ha funcionado. Ahora toca utilizar el arma del fútbol.

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