El PSG pondrá esta noche a prueba a un Barcelona que se juega el pase a las semifinales de la Liga de Campeones lleno de dudas. Pese al valioso empate 2-2 en París en la ida de los cuartos de final, los azulgrana tienen fundadas razones para no confiarse. Primero, por sus bajas. Segundo, porque es posible que no pueda contar desde el inicio con su gran referente, Lionel Messi. Y tercero, porque "el PSG no es un equipito", como bien avisó el centrocampista Xavi Hernández.

El Barcelona vive en estos días pendiente de sus caídos, comenzando por Messi. El argentino, convocado, sufrió una pequeña lesión muscular en el partido de ida y los últimos rumores avisan de la posibilidad de que comience el partido sentado en el banquillo. "Sigo trabajando mucho en mi recuperación. Estoy bien", dijo el argentino. Si aparece o no dependerá de los resultados de la ecografía a la que ha sido sometido esta mañana y de sus sensaciones antes del partido. Si se confirma la ausencia de Messi, varios jugadores optan a tres puestos en la delantera: David Villa, Cesc, Alexis Sánchez, Pedro o incluso Iniesta si los técnicos apuestan por añadir un futbolista más a la medular. Al menos, el partido del fin de semana en la Liga reforzó la autoestima del Barcelona: puede meter muchos goles también sin Messi. Así, Cesc hizo un hat-trick y Sánchez añadió dos tantos en la goleada 5-0 al Mallorca.

Luego, y quizá todavía más importantes, están los inmensos problemas que tiene el conjunto catalán en defensa. Mascherano también se lesionó en el partido de París y se unió a la prolongada ausencia de Puyol, dejando al equipo con Piqué como único central experimentado.

Las opciones de su técnico, Tito Vilanova, son varias, aunque ninguna cercana al ideal. Podría apostar por el joven Marc Bartra como pareja de Piqué y también, aunque menos probable, tiene la opción de bajar a esa zona a los centrocampistas Busquets o Alex Song. En el horizonte aparece el brasileño Adriano, un lateral que apuró al máximo su recuperación y que podría reaparecer en un momento de extrema necesidad. Menos estimable es la opción del francés Eric Abidal, operado el año pasado de un cáncer de hígado y que reapareció el pasado sábado en el Camp Nou ante el Mallorca. Vilanova deberá meditar mucho la decisión, pues delante tendrá dos delanteros de gran categoría: el brasileño Lucas Moura y, sobre todo, el sueco Zlatan Ibrahimovic.

Pero no todo debe ser pesimismo para el Barcelona, pues su sala de máquinas, el centro del campo, podrá contar con sus futbolistas más relevantes: Iniesta, Xavi y Busquets. Uno de los grandes atractivos del duelo será el regreso de Ibrahimovic al Camp Nou, aquel estadio del que salió por la puerta de atrás en 2010 tras una sola temporada en el Barcelona y después de enormes tensiones con su entrenador de entonces, Pep Guardiola. Es de esperar que esta noche no haya jugador más motivado que el sueco.

Recuperado el valioso central brasileño Thiago Silva, la mayor duda se centra en ver si su técnico, el italiano Carlo Ancelotti, podrá recuperar a Thiago Motta. Lo que sí es seguro es que a la cita faltará el centrocampista francés Blaise Matuidi, sancionado, lo que abre la opción al veterano extremo inglés David Beckham, criticado por su actuación en el encuentro de ida. Lo que es incuestionable es que el PSG acudirá al Camp Nou cargado de moral después de lo ocurrido en la ida, cuando un gol en el descuento devolvió muchas opciones al conjunto francés. "Debemos viajar a Barcelona con una mentalidad ganadora para buscar el pase", afirmó Mamadou Sakho. Pero el Barcelona espera a un PSG que juegue al contraataque, como hizo en la ida. "No creo que el PSG varíe su planteamiento respecto a París. Tiene una forma de jugar muy clara. Esperará su oportunidad porque sabe que tiene que marcar. Estamos habituados a jugar estos partidos", resumió Jordi Roura, segundo entrenador del equipo catalán.

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