Hace sólo tres años y medio el entonces Cajasol se presentaba en La Fonteta con el objetivo de colarse en las semifinales de la ACB. ¡Semifinales! Quién ha visto a este club y quién lo ve. Tres años y medio sólo, pero han parecido 10 por todo lo que ha pasado la entidad. Cambios de dueños, de denominaciones, colores y de entrenadores. Decenas y decenas de fichajes, actas de liquidación redactadas, salvaciones deportivas y extradeportivas logradas sobre la bocina... Y todo en un bucle interminable de decepciones. Una tras otra, mientras que ese equipo al que el cuadro sevillano tuteó en losplay off de hace tres campañas hoy es el actual campeón de Liga y se codea con los grandes de Europa en la Euroliga.

De aquella eliminatoria sólo Javi Carrasco, segundo técnico hispalense, sobrevive en el actual Betis. Se fueron hace tiempo los Willy Hernangómez, Satoransky, Porzingis, Balvin, Bamforth, Landry o el propio Sastre, que pasó de aquel verde del Cajasol al naranja (pasando antes por el Zaragoza). Un equipo que hoy lucharía por grandes cosas. Rafa Martínez y el lesionado Van Rossom siguen vestidos de taronja.

Eso en cuanto a jugadores. Más relevante es el dato si se echa un ojo al banquillo. Ese duelo lo disputaron Velimir Perasovic y Aíto García Reneses. En el Valencia Perasovic fue destituido mediada la siguen campaña, lo sustituyó Carles Durán, que acabó ese curso 2014-2015, Pedro Martínez tomó las riendas la siguiente temporada y el pasado verano llegó al banquillo Txus Vidorreta. En el club sevillano, Scott Roth fue la apuesta de José Luis Galilea y el fondo de inversión americano. Salió mal, claro. Luis Casimiro aguantó temporada y media y Zan Tabak no acabó la 2016-2017. Alejandro Martínez, su sustituto, no pudo salvar deportivamente al conjunto sevillano, pero inició esta campaña dirigiendo al Betis sólo seis partidos antes de que Óscar Quintana lo sustituyese.

Es cierto que tampoco hay que olvidar el potencial económico del Valencia, a años luz de la entidad sevillana, pero tampoco es la única explicación para que un equipo se haya disparado y levantado títulos desde entonces y otro lleve años más esquivando la LEB Oro y la desaparición. La noche y el día. Como el encuentro de esta tarde, en el que uno busca asentarse entre los cabeza de serie del play off por el título y otro salir del pozo.