Betis-Mallorca

Así juega el Mallorca, rival del Betis: una dualidad que lo ata al pozo

  • Betis - Mallorca, en directo

  • Un punto ha sumado el Mallorca lejos de casa, algo que contrasta con el buen hacer balear cuando juega como local en Son Moix

Vicente Moreno hace indicaciones a sus jugadores.

Vicente Moreno hace indicaciones a sus jugadores. / Alejandro García / EFE

De Segunda División B a Primera. El pasado verano, el Mallorca logró un hito al alcance de muy pocos equipos, hacer todo ese recorrido en poco más de un año natural, en 378 días. Una velocidad de crucero con la que los de Vicente Moreno, en su regreso a la élite, pretenden asentarse con un proyecto austero, en el que no faltan jornaleros del balompié confiados en demostrar que tienen un hueco entre los mejores nombres del fútbol nacional.

Los 33,5 millones de euros que tiene la entidad mallorquina en el conocido como límite salarial dan una visión de la magnitud de este proyecto, un barco de papel que trata de navegar entre auténticos transatlánticos, que llegan a multiplicar casi por 20 –el Real Madrid y el Barcelona, concretamente– la posibilidad de inversión en la plantilla.

El objetivo no puede ser otro que lograr la salvación para intentar crecer paso a paso. Y en éstas andan Vicente Moreno y su cuadrilla, inmersos en esta batalla diaria, en la que sus pobres números como visitante los condenan, de momento, a ocupar la antepenúltima posición de la tabla, igualados a puntos con el Celta, que marca ese límite de equipos que mantienen la categoría.

Es precisamente esta falta de resultados lejos de Son Moix lo que mantiene al equipo en los puestos bajos de la clasificación. Sólo un punto de 33 posibles ha sumado el equipo bermellón, merced a un empate logrado, precisamente, en su visita a Balaídos (2-2). El resto de encuentros, hasta diez, se cuentan por derrotas.

Una cruz que contrasta con el buen hacer cuando ejercen como locales. En casa han sumado 20 puntos (de 21 totales), superando a equipos de entidad como Valencia (4-1), Real Madrid (1-0) o Villarreal (3-1). Exportar ese rendimiento a los encuentros como forastero es el debe del equipo de Vicente Moreno.

El Mallorca sin balón

La idea del juego del técnico valenciano está más que asumida en el vestuario bermellón. Sus jugadores saben que para Moreno lo más importante es la solidez defensiva. Y, a partir de ahí, crecer. De esta forma, el planteamiento inicial del 4-2-3-1 se convierte en un 4-4-2 cuando el rival tiene la bola, buscando, sobre todo, fortalecer el carril central.

Los bermellones con balón

Salva Sevilla es el canalizador del juego balear, sobre todo cuando de una recuperación rápida se trata. El almeriense puede encontrar en la banda a Kubo, uno de los jugadores más destacados del equipo, o como referencia ofensiva a Cucho Hernández o Lago Júnior, aunque éste último parece haber perdido algo de confianza por parte del técnico.

Lo mejor del Mallorca 

El hambre de muchos jugadores que, 48 meses atrás, prácticamente, eran desconocidos para el gran público por jugar en Segunda División B y que ahora son capaces de derrotar a un Real Madrid o un Valencia.

Lo peor del Mallorca

La bipolaridad a la hora de lograr resultados, sobre todo lejos de casa, cuestión que invita a pensar en una temporada difícil.

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