La necesidad se ha instalado definitivamente en el Sevilla. Lo que se planteaba como una oportunidad para recortar puestos con los equipos de la zona alta de la tabla se presenta como un partido crucial para alejarse de los puestos de abajo. Así están las cosas en el conjunto de Nervión, que visitará a un anfitrión nada diplomático en su feudo, el nuevo Reyno de Navarra, y además lo hará con la inquietud de si podrá contar con dos de sus pilares fundamentales. Por si fuera poco lastre el que se trajo el equipo de Manolo Jiménez de Almería, los problemas musculares de Kanoute venían en ese bagaje negativo. Además, Dragutinovic, con otra dolencia menor muscular, podría no reaparecer tampoco ante Osasuna, a lo que se suma la baja por sanción de Daniel.

A falta de confirmación por el Comité de Competición, que se reúne como es habitual mañana, el lateral brasileño debe cumplir un partido de suspensión por la expulsión que sufrió en el estadio de los Juegos Mediterráneos, por lo que Hinkel tendrá una nueva oportunidad. Además, Jiménez tendrá que estar pendiente hoy y mañana de la evolución de Dragutinovic. El defensa serbio, uno de los jugadores que más minutos acumulan tanto de central como de lateral, causó baja en la convocatoria de Almería debido a unas molestias musculares. Sin embargo, ese receso en el trabajo normal no ha tenido una consecuencia positiva. Ayer, Dragutinovic tuvo que ejercitarse aparte del grupo, pues no mejoró de esas molestias musculares en la zona del pubis, y es seria duda para jugar el miércoles en Pamplona.

Si se confirman los peores pronósticos con Dragutinovic, Jiménez se verá obligado a introducir más cambios en la defensa, precisamente la línea que está dándole más quebraderos de cabeza por su irregularidad, sus problemas a balón parado y las constantes incidencias en forma de lesiones o, en este caso, la sanción a Daniel. Otra retaguardia inédita -y van...-, formada por Hinkel, Fazio, Mosquera y Crespo podría ser la titular en Pamplona, con lo que el técnico sevillista estaría obligado a olvidar su ansiada continuidad en su línea más inconsistente.

Similar caso al de Dragutinovic, o peor, es el de Kanoute. El delantero franco-malí terminó el encuentro en Almería con fuertes molestias musculares en los abductores. Ayer se sometió a diversas pruebas que descartaron una rotura u otra dolencia fibrilar grave. Aun así, el parte médico ofrecido no da mucho pie a la esperanza de que esté en plenas condiciones de jugar ante Osasuna. Según reza el comunicado oficial, el internacional por Malí sufre "una sobrecarga muscular intensa", por lo que forzarlo a que juegue el miércoles podría suponer un riesgo alto de lesión.

Kanoute estuvo recuperándose de esa misma dolencia durante el último parón liguero. Se libró de ir convocado por Malí y forzó para jugar ante el Mallorca, algo que pareció precipitado. Su rendimiento en ese partido liguero no fue el mejor y cumplió ante el Arsenal gracias a la gran motivación que tenía. Ahora se presenta un partido no tan atractivo como el de la Champions y el ariete francés podría no forzar para buscar la mejoría definitiva.