Real Madrid-Cajasol

El lío se lo hizo él solo (78-65)

  • El Caja cae lastrado por la baja de Davis y la inferioridad dentro · Falló demasiado en la segunda mitad.

Llegó el Cajasol con ganas de liársela al Madrid y al final se hizo el lío solo. Sin Paul Davis, al que Plaza dejó fuera por precaución para evitar que se rompiese, con una defensa demasiado intermitente y un ataque nefasto en el segundo tiempo, los hispalenses acabaron sirviendo en bandeja a su rival un partido en el que estuvo vivo más de 30 minutos y que acabó dejando escapar por la infinidad de regalos que hizo. 

Mal empezaban las cosas para el conjunto de Plaza cuando Davis saltó con el chándal a calentar. A probarse, mejor dicho, porque sus molestias en los isquiotibiales no acaban de desaparecer. Prueba negativa; Davis al banco y Triguero tendría un papel protagonista en el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid que no esperaba. Y es que el técnico cajista, prudente, prefirió guardarse al norteamericano para el choque con Estudiantes de esta semana que forzar con el Madrid, perder el partido al final y perderlo también a él durante más tiempo. Hombre precavido... 

La ausencia del norteamericano se hizo notar al inicio, cuando los pívots locales aprovecharon la segunda falta tempranera de Triguero para ir al rebote ofensivo con más dureza. Hasta cinco cazaron los blancos en un primer cuarto en el que English, enchufadísimo durante el calentamiento, siguió con la muñeca caliente para lograr los siete primeros puntos de un Cajasol que, poco a poco, ajustaba su defensa. Ahí estaba la clave y Plaza tiró de Guille Rubio para que impusiese su presencia en la zona. El Madrid se mantenía con sus exteriores como única referencia y los sevillanos aprovecharon su momento para meter el miedo en el cuerpo a una silenciosa afición madridista, que se dio cuenta de que los suyos tendrían que sudar para lograr algo positivo cuando cuatro puntos de Rubio y una zona 2-1-2 ponían por delante a los visitantes por primera vez al final del primer acto. 

El Cajasol no iba de farol. Quería liarla de verdad, en el segundo acto no bajó el pistón atrás y Calloway impuso un punto más de velocidad al contragolpe para hacer soñar a la treintena de cajistas que animaban desde un gallinero del pabellón. Un triple del base y otra canasta de Urtasun pusieron a los andaluces cinco arriba ante el desconcierto del equipo de Laso, falto de un director de verdad porque ni Llull ni Sergio Rodríguez son bases al uso. Pero el Madrid es el Madrid y en cualquier momento puede cambiarle la cara al choque. Parecía que la entrada de Felipe Reyes y Carroll cambiaría el rumbo, pero los de Plaza no se descentraron, siguieron cual martillo pilón con su juego y la reacción blanca duró lo que un bostezo. 

El problema, sin embargo, era que para aguantar en el choque hay que defender duro y con seis minutos por jugar hasta el descanso el Cajasol ya estaba en bonus. Por fortuna, el partido entró en un carrusel de fallos por los dos lados (a los de Plaza se le salieron infinidad de tiros del aro) y entre English y Bogdanovic terminaron con el atasco ofensivo, jugando con los dos cuatros como pívots porque la prueba con Balvin salió rana. El conjunto hispalense llegaba al descanso seis puntos arriba (31-36), pero estaba por ver el rendimiento del equipo en el temido tercer cuarto. 

El tercer cuarto es sinónimo en este Cajasol de pájara, de caraja, que ante un rival del potencial del Madrid es como darle al rival un arma para que te liquide. Casi cuatro minutos y medio tardaron los sevillanos en anotar. Fue Calloway desde la personal, pero los de Laso ya se habían servido en la barra libre en la que se convirtió la pintura (seis puntos de Pocius) para darle la vuelta al luminoso con un parcial de 10-0 (41-36). Casi siete minutos tardó Bogdanovic en hacer la primera canasta en juego de los andaluces mientras Pocius y Rudy martilleaban desde el perímetro la canasta cajista con varios triples después de que Tepic fallase tres completamente solo. Son cosas que, sin duda, marcan en un duelo ante un grande. Pero la tormenta pasó. El Madrid dejó vivo al Cajasol aun teniendo 10 puntos de ventaja (51-41) y entre Triguero, siempre un coloso, y Bogdanovic cerraron la herida para entrar en los últimos 10 minutos con un solo punto de desventaja. Ver para creer. 

Cualquiera hubiese firmado antes del partido llegar así al último cuarto sin poder contar con Paul Davis y habiendo superado ya el peor momento. O no. 

Otra vez pasaron casi cinco minutos ante de que Satoransky, quien por cierto se marchó lesionado al banquillo tras ser pisado en el tobillo tras lanzar un triple, lograra los primeros puntos de los sevillanos (60-55). Con este cuentagotas de canastas el Madrid, sin llegar a dominar realmente, sólo tuvo que aprovecharse de los errores cajistas para distanciarse poco, muy poco a poco. Ahí fueron letales los hombres altos de Laso, que aprovecharon que Triguero tomaba aire en el banco para anotar con excesiva facilidad hasta que Mirotic, tras una antideportiva señalada a Tepic sobre él. Liquidó el encuentro con un triple (68-57) con poco más de dos minutos por delante. Peleó el Cajasol y cerca estuvo de liarla. No pudo ser y ahora sólo hay que pensar en el Estudiantes y en recuperar a un hombre llamado Paul Davis.

Ficha técnica.

78. Real Madrid (17+14+22+25): Sergio Rodríguez (13), Carlos Suárez (3), Rudy (12), Mirotic (14) y Tomic (2) -quinteto inicial- Ibaka (0), Carroll (6), Pocius (15), Llull (0), Reyes (6) y Begic (7).

65. Cajasol (17+19+16+13): Triguero (10), Satoransky (5), P. Jasen (4), Bogdanovic (11) y English (14) -quinteto inicial- T. Urtasún (4), Calloway (8), Rubio (6), Tepic (3), Izquierdo (0) y Balvin (0).

Arbitros: Hierrezuelo, García González y Sánchez M.

Incidencias: Sexta jornada de la Liga ACB. Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid, 10.184 espectadores.

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