La pretemporada marcha tal y como Marcelino García Toral esperaba. El balón comenzará a dictar su sentencia a partir del día 18 de agosto, cuando el Sevilla empieza la competición en Hannover, tres días antes del derbi, pero mientras llega la hora de la verdad, la respuesta del equipo en los primeros amistosos de nivel y la avanzada senda de la planificación ponen en evidencia que tanto lo estrictamente futbolístico como lo concerniente a los despachos va según el plan previsto. Y detrás de ambas realidades está la mano de Marcelino. El entrenador sevillista está consiguiendo imbuir sus ideas en su plantilla, un grupo corto y polivalente en el que los canteranos también tienen cabida, justo el deseo que él expresó cuando fue presentado en Nervión.

Con muy poco ruido pero con mano firme, la dirección deportiva ha ido perfilando la plantilla y soltando lastre, al son marcado por Marcelino, que ha manifestado claramente que no quería excedentes a sus órdenes, pues prefiere la calidad a la cantidad. Su último gesto en este aspecto ha sido no darle ni un minuto a Dabo en los dos amistosos de nivel, ante el Espanyol y en Nápoles. El francés tiene dorsal, pero no tiene sitio. Romaric, en cambio, ni lo uno ni lo otro, mientras que Alfaro, afortunadamente, ha encontrado acomodo en Mallorca.

La victoria en San Paolo refrenda el trabajo realizado bajo las órdenes de Marcelino, "con una plantilla corta y polivalente", como dijo tras el encuentro. Este triunfo, en un estadio con historia y ante un equipo de Champions, refuerza la confianza del grupo en lo que está realizando. Y no hay más que oír a los jugadores. En una entrevista a SFC Periódico, Kanoute se expresa así de rotundo: "Parece un entrenador muy, muy bueno, con mucho conocimiento y con las ideas muy, muy claras y por eso a mí me transmite buenas sensaciones. Ya sé que cada vez que llega un entrenador nuevo lo alabamos, todos decimos que está muy bien y después cambian las cosas; puede ser. Pero yo digo sinceramente lo que siento y creo que Marcelino puede aportar muchísimo y ser la pieza que le faltaba al Sevilla para lograr lo que quiere el club desde hace muchos años". Las palabras del carismático líder no necesitan otra interpretación que lo que reflejan, la fe del equipo en su nuevo técnico.

El Sevilla cree en lo que hace y eso se está viendo en los diferentes encuentros amistosos. Más allá de los resultados y de que esté invicto en pretemporada, están gustando las sensaciones que transmite. Javi Varas también se refiere a lo que está aportando el entrenador: "Desde que llegó, Marcelino ha demostrado que quiere un equipo solidario y el mensaje ha calado, porque todos miramos por el bien del equipo, se nota en la presión, en el apoyo, en todo… Si seguimos así, se pueden conseguir cosas importantes". Según el meta, ante Espanyol y Nápoles "el Sevilla ha dado una gran impresión. Va respondiendo a lo que el entrenador quiere". "El equipo sigue creciendo y cada vez está más cerca del nivel que se quiere alcanzar al principio de la competición", añade. Es la misma sensación que tenían todos los integrantes de la expedición que regresó ayer de Nápoles, encabezada por José María del Nido y Monchi. Todos están más que satisfechos con lo vivido en San Paolo. El domingo, en La Coruña con motivo del Trofeo Teresa Herrera (20:00), será el último test. El jueves siguiente, en Hannover, el asturiano tendrá su primera prueba de fuego real.