Fútbol l Liga BBVA

La madurez del filial no tiene límites

  • Los de Fermín Galeote se sobrepusieron a las ausencias, a las dimensiones del campo y a la dureza del equipo granadino

El Sevilla Atlético finalizó la primera vuelta con un nuevo resultado positivo fuera de casa. El empate en Motril demuestra que los jóvenes valores de la cantera nervionense se han adaptado a la perfección a la categoría en veintiún partidos y se han convertido en un equipo maduro con el paso de las jornadas.

Y eso que el equipo franjirrojo tenía enfrente a todo un Granada 74, un conjunto que se ha instalado en la parte alta de la clasificación y que cuenta con hombres de mucha experiencia en Segunda División. Además, había dos condicionantes en contra de los intereses nervionenses. El primero estaba en las numerosas ausencias que arrastraba Fermín Galeote para este encuentro. La línea que más sufrió las bajas fue la defensa. El técnico sevillista tiró de los escalafones inferiores para formar su pareja de centrales. El juvenil Cala debutó en la Liga BBVA y mostró un alto nivel. En el costado derecho reapareció Óscar Ramírez, un futbolista que está teniendo pocos minutos.

El otro condicionante era el terreno de juego en el que juega el Granada 74 en su destierro de Motril. Dejando a un lado el estado del césped, lleno de parches y con un bote irregular del balón, las dimensiones del rectángulo de juego eran mínimas y se apreciaba cómo el conjunto local estaba mucho más habituado al campo. Esta ventaja la aprovecharon los de Tapia para crear peligro constante con cualquier jugada a balón parado. Incluso desde el centro del campo colgaban el balón al área sevillista. La presencia en sus filas de Luque, un jugador que se crió en la carretera de Utrera, le daba un plus de peligro a cada falta cerca del área.

Pero no se acobardó el Sevilla Atlético. De hecho, Alfaro puso en ventaja al conjunto nervionense en el minuto 4. Un balón en largo hacia el área no fue despejado con acierto por Assemoassa y, tras golpear en la espalda de Pablo Sánchez, la pelota llegó a Alfaro que con una volea con la izquierda batió por bajo a Jaime. Este gol espoleó al cuadro local. Con numerosas jugadas a balón parado pudo arribar el empate.

Éste llegó en el minuto 25. Luque botó un saque de esquina desde el lado derecho de la portería de Javi Varas y un cabezazo de Guerra en el primer palo superó el meta sevillista. La igualada no fue suficiente para un Granada 74 que, con la ayuda del colegiado, abusó del juego duro y, además, sus jugadores no tuvieron reparos en fingir varias faltas cerca del área del Sevilla para aprovechar el exquisito golpeo de Luque.

Tras la reanudación, el filial mostró su mejor cara. Con Salva Sevilla y Alfaro dirigiendo el juego, los de Galeote se hicieron con el cuero y nunca temieron por el segundo tanto local. Si alguien pudo terminar llevándose los tres puntos, ése fue el Sevilla Atlético.

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