Betis | huesca · la crónica

Lo malo es jugar peor que el Huesca

  • Abismo El Betis, lastrado por las expulsiones de Arzu y Rodri, fue incapaz de aguantar la ventaja de 1-0 en el marcador Desastre Los verdiblancos aburrieron a los suyos y ya eran pitados justo en el momento del gol de Fernando Vega

Este Betis, definitivamente, es un desastre. Jugar contra un equipo tan mediocre como el Huesca, dicho sea con el máximo respeto hacia el conjunto de la localidad oscense, es la consecuencia de tantos desmanes propios dentro de la entidad verdiblanca, pero hay algo más doloroso para los béticos y es hacer un fútbol aún peor que el Huesca. Hasta el punto de no ser capaz de ganarle un partido oficial en feudo propio. Eso fue lo que ocurrió en la fría tarde de ayer en el estadio Manuel Ruiz de Lopera, sin Manuel Ruiz de Lopera, por supuesto, y ni siquiera vale la excusa de que los anfitriones se quedaron con dos hombres menos sobre el campo por las expulsiones de Arzu y de Rodri.

El Betis dejó escapar dos puntos sobre la misma campana por la sencilla razón de que no acumuló méritos para apropiarse de ellos en ninguna fase del partido. Y eso ya comienza a ser una verdadera cruz, algo lastimoso, para todos los fieles de la religión balompédica con sede en Heliópolis, Sevilla. Es evidente que no es normal que así sea, pues con los dineros pagados por Emana o por Sergio García seguro que se cubre de sobras un año del presupuesto de un rival que se tiene que conformar con reforzar su plantilla a través de las listas del SAE, del INEM, o del paro para que no se confundan las siglas actuales.

Pero la cruda realidad indicó que el Betis no fue capaz de marcar las distancias contra un grupo de futbolistas de un nivel más que dudoso. Por mucho que a todos los profesionales se les llene la boca sobre la igualdad imperante en esta Liga Adelante, no ser mejores que los Robert o Dorado, tal vez los más flojos de su equipo; que un Moisés con 38 años ya cumplidos y tantas batallas encima; que un Gallardo que, como Doblas, hace nada se entrenaba con el San Roque o con el Cerro por carecer de equipo donde ejercer su trabajo de futbolista; que un Corona con tantísimos años de fútbol en sus piernas... Cabe insistir en el máximo respeto para el trabajo de estos futbolistas que vestían de azulgranas, aunque con rayas horizontales, no las verticales del Barcelona. Ellos sí se ganaron el sueldo con creces, aunque algo falla cuando no son superados por quienes perciben por sus contratos fichas en torno al millón de euros, ¿verdad Arzu?

Porque ya está bien de coleccionar excusas, de apelar a la presión de la grada o a las exigencias que se le plantean al Betis en esta categoría, incluso a los lamentables arbitrajes de quienes se acercan por Sevilla para no tratar al conjunto verdiblanco con el respeto que tal vez merecería en la división en la que se halla. Claro que es verdad que el Betis no debería acabar jamás con nueve jugadores en casa frente al Huesca, por supuesto que sí, pero siempre será más fácil que así sea si Arzu se empeña en ver la tarjeta roja. Es increíble que un futbolista se líe a golpes con un rival, Corona, y que, a pesar de ser sólo amonestado, en la siguiente acción vuelva a hacerlo con otro, Luis Helguera. Y ambos delante de las mismas narices del horrible Piñeiro Crespo.

Así, de una manera tan absurda, tan infantil, tan barriobajera, vio la tarjeta roja Arzu y así comenzó este nuevo paso atrás del Betis. Autoexpulsarse en un partido de fútbol es una faceta más del mal juego y hay que computarlo en el apartado de los errores, sobre todo porque no es nada nuevo. Más dudosa fue la segunda cartulina para Rodri, pues desde la grada pareció que existía derribo por parte de Doblas después del dadivoso regalo de ex guardameta verdiblanco al cederle el balón con todo a favor al propio Rodri.

Alguien podría agarrarse a estas dos jugadas concretas para justificarlo todo, pero seguro que en el bando rival no pensarían de la misma manera y apelarían a otros lances del litigio, en este caso a su favor, que también fueron bastante dudosos. Lo cierto es que el Betis no puede estar al albur de una decisión del árbitro o de una mala decisión por parte de uno de los suyos, evidentemente Arzu. Las diferencias entre los verdiblancos y el Huesca son, teóricamente, tantas que el resultado debería haber estado más que decantado en ese instante.

Destáquese el aspecto teórico, pues el práctico nada tuvo que ver con él. El Betis, que partió con un equipo sin Mehmet Aurelio en el once titular para adelantar a Arzu al centro del campo e introducir a Carlos García en el eje de la zaga, aburrió a los suyos desde el primer minuto. Ni Juanma ni Nacho sumaban absolutamente nada desde las bandas, sino todo lo contrario, y sólo Emana era capaz de soltar algunos chispazos contra el sopor. Sobre todo el taconazo previo al gol de Fernando Vega, pero lo cierto es que en esos momentos la grada ya protestaba con sonoros silbidos. La otra excepción era Nelson, pues Sergio García, sin coleta, parecía incapaz de irse de nadie en ese tramo del choque.

Ni siquiera el 1-0 fruto de un regalo del defensa oscense Juanma fue suficiente para que los béticos enderezaran el rumbo. El Huesca pasó a dominar tras la expulsión de Arzu y entonces sí llegaron algunas contras por parte de Sergio García, sobre todo una que desperdició con todo a favor Rodri después de un buen pase del catalán. Pero fue muy poquito y el asedio final del Huesca traía a la grada los peores presagios, pues el dominio llegó a ser abrumador con todo el Betis metido en su propia área. No era extraño después de haberse quedado con sólo nueve futbolistas sobre el campo, pero sí sonrojante.

Hasta que acertó Camacho con su testarazo bombeado con el tiempo reglamentario superado y sólo a expensas de los cuatro minutos de añadido. El Huesca, sí el Huesca, había salido indemne de su visita al Manuel Ruiz de Lopera, sin Manuel Ruiz, por supuesto, que da lecciones continuas de beticismo, pero se ahorra estos disgustos. Son las cosas de este Betis, de un Betis que sigue haciendo el abismo aún más profundo para oprobio de los suyos. Porque ya no es sólo jugar un partido oficial por primera vez contra el Huesca, es, encima, ser incapaz de ganarlo por no jugar mejor que el adversario.

Ficha técnica:

1 - Real Betis: Goitia; Nelson, Melli, Carlos García, Fernando Vega; Arzu, Iriney; Juanma (Rodri, m.50), Emaná (Mehmet Aurelio, m.84), Nacho, y Sergio García (Damiá, m.74).

1 - Huesca: Doblas; Robert, Corona (Moisés, m.63) Dorado, Juanma; Luis Helguera, Sorribas (Gallardo, m.60); Mikel Rico (Sastre, m.60), Camacho, Víctor Pérez; e Iriome.

Goles: 1-0: m.37, Fernando Vega. 1-1: m.89, Camacho

Árbitro: José Ramón Piñero Castro (c. asturiano). Expulsó a Arzu (m.51) por agresión a un contrario, y a Rodri, por doble amonestación (m.70 y m.81), además mostró amarilla a Luis Helguera, Arzu, Corona, Moisés, Melli, Sastre, Emaná, Robert.

Incidencias: Partido disputado en el estadio bético en noche fresca y unos 30.000 aficionados -de ellos medio centenar de seguidores oscenses- que dedicaron una sonora pitada a sus jugadores. Terreno de juego en aceptables condiciones.

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