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En manos de Lopera

  • El máximo accionista sigue sin tocar el futuro de Chaparro · Ni los números ni las sensaciones aportan crédito alguno

El empate ante el Numancia ha dejado a Paco Chaparro más en el alambre que nunca desde que es entrenador del Betis. Si en la primera vuelta el técnico se agarraba a las sensaciones para tapar la escasez de resultados, ahora ni una cosa ni otra juegan a su favor. Únicamente la palabra de Manuel Ruiz de Lopera, que sigue sin pronunciarse públicamente sobre el futuro del entrenador, mantiene a Chaparro en su cargo, pese a que todos sus allegados le señalan la conveniencia de un cambio de rumbo para salvar la temporada.

Lopera mantiene entre su gente de confianza un punto a favor del técnico, y es que el Betis aún no entra en la zona de descenso, pese a que la imagen ofrecida se asemeja a la de un equipo en descomposición. La otra nota que estaba a favor del técnico era el vestuario, que parece comprometido en la causa de sacar al Betis de esta situación, pero la apatía reinaba ayer en el entrenamiento y ya algunos jugadores cuestionan en privado las decisiones de Chaparro y, sobre todo, los continuos cambios en las mismas, lo que señalan a un entrenador que ha perdido el mando de la nave.

El técnico apareció ayer más cabizbajo que de costumbre en la ciudad deportiva e incluso adoleció de argumentos para justificar delante de sus jugadores unas explicaciones que sirvieran para paliar la decepción sufrida el Sábado de Pasión. Por si fuera poco, los resultados que se dieron a lo largo de la tarde vinieron a complicar aún más la situación del equipo verdiblanco, con las victorias del Espanyol ante el Deportivo y la de Osasuna en el Vicente Calderón. Esto vuelve a dejar al Betis a un solo punto de la zona de la zona de descenso, que ahora marca el Recreativo, que le tiene ganado el goal average particular al conjunto verdiblanco.

Además, el equipo de Paco Chaparro sólo suma diez puntos en lo que se lleva de segunda vuelta, empeorando lo conseguido en el anterior giro del campeonato. Únicamente dos equipos acumulan menos puntos que el equipo bético en esta segunda vuelta y otros como Mallorca, Espanyol o Almería han conseguido enlazar una racha de resultados que los convierte en equipos candidatos a no pasar apuros de última hora.

La afición verdiblanca, uno de los puntos que Lopera señaló como decisivos para el futuro de Chaparro, también se pronunció con rotundidad el sábado, cuando entonó gritos contra el entrenador incluso cuando el Betis se colocó por delante en el marcador. El máximo accionista permaneció ayer junto a los suyos disfrutando del Domingo de Ramos, sin tomar una decisión definitiva sobre el futuro del hasta ahora entrenador bético. Sus allegados son partidarios de un cambio en el banquillo para provocar una reacción en un equipo que marcha a la deriva y sólo resiste por los resultados del resto de equipos de la zona baja. Sólo Lopera mantiene el crédito de Paco Chaparro, a quien ya no acompañan ni las sensaciones ni los resultados.

Con la afición en contra, un vestuario que ya no cree en el trabajo del trianero y con la mayoría de allegados a Lopera alimentando su despido, el máximo accionista parece el único ancla al que Chaparro puede agarrarse en estos momentos. Nadie conoce el pensamiento de Lopera, que ayer dejó un día más al técnico en su cargo, pero que podría cambiar en cualquier momento su parecer sobre el entrenador trianero. Chaparro está ahora más que nunca en manos de Lopera.

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