El mejor lateral derecho del mundo es capaz de repetir dos veces, y hasta más veces, la misma proeza. El mejor lateral derecho del mundo puso en la cabeza de Luis Fabiano un título sevillista en la ciudad holandesa de Eindovhen. El mejor lateral derecho del mundo le puso un balón idéntico a su compatriota el martes ante el Arsenal. El mejor lateral derecho del mundo vio minutos antes del descanso en Villarreal una tarjeta amarilla, cosa que repitió con la mente fresquita a poco de la reanudación interceptando un balón con la mano. El mejor lateral derecho del mundo vio anoche en Almería una tarjeta amarilla pocos minutos antes del descanso. Y como en Villarreal, el mejor lateral derecho del mundo volvió a dejar a su equipo con diez casi toda una segunda parte, esta vez por no pararse a medir una entrada nada más había vuelto a rodar el balón.

Esto es lo que tienen los grandes y, como diría aquél, o lo tomas o lo dejas. Daniel Alves ha ofrecido a su gente muchos días de gloria, tantos que hasta el más forofo de los aficionados del Sevilla que es su presidente se permitió el lujo de decir que no -vaya a usted a saber cómo era la letra pequeña también- a 36 millones de euros que estaba dispuesto a pagar Roman Abramovich por el mejor lateral derecho del mundo.

Como los toreros a los que la afición espera, Daniel es de los que de vez en cuando da el petardazo. Lo que ocurre es que los rivales, que ya conocen sus salidas, le ponen las ristras de triquitraque allá por donde han de quedarse sus huellas.

El lateral derecho del Sevilla es, seguramente, el mejor del mundo cuando su equipo tiene la posesión de la pelota. No hace falta que lo demuestre porque han sido muchas las exhibiciones que le han llevado -aunque se hizo esperar- a la selección brasileña absoluta. Pero tampoco hay que negar que defendiendo, aunque ha aprendido mucho y hasta cuajó marcajes excepecionales como a Ronaldinho en Mónaco, es a veces una calamidad, que con las tarjetas tiene una pelea especial y que sus lagunas corriendo hacia atrás son siempre el gusanillo con el que juegan los entrenadores contrarios. En épocas de cierta tranquilidad, tenía siempre a dos compañeros -Javi Navarro y Poulsen- pendientes de sus subidas y sus movimientos. Y en el momento que falta uno de ellos en cualquier momento puede saltar la liebre. Quizá por todo eso Dunga ahora mismo prefiera no correr esos riesgos y, aunque seguramente piense que Daniel le pueda dar más en ataque que Maicon, opine que el jugador del Inter debe ser el titular de Brasil.

Tampoco es para rasgarse las vestiduras porque cualquiera puede repetir sus errores (Mosquera no iba a ser menos) y ya decía Paco Costas que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Y también ese animal, el mejor lateral derecho del mundo con balón, ha repetido actuaciones estelares.