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La meta pasa por la zona

  • El CB Sevilla está a un triunfo de rubricar la salvación sin mirar a tercero. La figura de Musli obligará a intensificar la defensa en el interior ante un Manresa con riesgo de descenso.

El CB Sevilla afronta las cuatro últimas jornadas ligueras con el propósito de confirmar una permanencia que la marcha de la competición prácticamente le ha asegurado. Con la tranquilidad de los deberes hechos de antemano, el equipo de Luis Casimiro pisará hoy la cancha del Nou Congost en la primera de estas cuatro etapas finales sin la tensión de pelear meta alguna -ni play off por el título ni el descenso-, lo que no deja de ser un arma de doble filo. Con doce victorias en su haber, cuatro por encima del Estudiantes y del Obradoiro, el triunfo en tierras manresanas comportaría la matemática salvación del equipo verdirrojo, que no es poco. Distinta será la supervivencia del club, pero ésa es otra historia. O no.

Como se ha repetido en estas páginas, refrendado en los últimos días por la dirigencia sevillana, conviene que el equipo verdirrojo continúe dejando una vistosa estela en su trayectoria de aquí hasta el final si se toma en serio eso de que no sólo importa el qué, también el cómo, a la hora de congregar a entidades que inviertan en el futuro del club.

Atendiendo a los números de la temporada, no es el Nou Congost el peor lugar donde sumar el quinto triunfo a domicilio, un particular que se le resiste al conjunto de Luis Casimiro en la segunda vuelta, periodo en el que luce hasta la fecha un airoso balance de 7-6. El Manresa, que llega a la trigésima primera jornada de hilar dos derrotas consecutivas, ha de ganar para no complicarse una salvación que, con diez victorias en su casillero, no tiene ni mucho menos asegurada.

El conjunto entrenado por Ibon Navarro se ha mostrado más fiable fuera que en casa, donde sólo ha vencido en cuatro partidos de los 15 disputados. Ante su público, que se rendirá a los propósitos de su equipo, los manresanos intentarán atravesar esa línea que los acerque a la permanencia definitiva.

Algo tendrá claro el Caja cuando la pelota tome altura en el salto inicial: que ganar al Manresa exige disponer de un plan para frenar el vendaval Dejan Musli. El pívot serbio es una de las sensaciones en su primera temporada como jugador ACB. Los registros del cinco manresano obligan al asombro: es el segundo mejor valorado de la competición, además de ocupar la primera posición en la tabla de porcentajes de dos puntos. Si a eso se agrega que, entre los 11 mejores taponeadores de la Liga figuran cuatro catalanes, dice a las claras que la clave estará en el interior.

Puestos en contexto, serán Balvin y Jerome Jordan quienes tengan que dar lo máximo para oponerse con solvencia al poderoso juego de la zona rival. A la extrema concentración de ambos habrá de unirse las ayudas de jugadores como Oriola o Nachbar, que habrá de desempeñarse en defensa con intensidad.

Que los de Luis Casimiro mejoren en el capítulo de balones perdidos, así como que funcione el juego exterior -Bamforth y Hakanson fueron los únicos que mantuvieron el tipo en Tenerife el domingo pasado-, serán otras claves para la consecución del triunfo decisivo. Que el escolta canterano Rigo viaje con el equipo debe servir para que las rotaciones proporcionen oxígeno a una corta plantilla que empieza a notar lo dilatada de la Liga.

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