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El partido que España no pudo ver por TV

El partido internacional que enfrentó ayer a Bielorrusia contra España no fue finalmente transmitido por televisión al no haberse encontrado un comprador, un hecho rarísimo en la historia de la selección nacional, cuyos últimos partido no retransmitidos fueron a primeros de la década de los ochenta frente a Brasil y, posteriormente, Malta.

En un contexto de fuerte crisis económica en el país, que también afecta a las cadenas de televisión, las exigencias económicas de la empresa alemana Sportfive, poseedora de los derechos del partido, fueron muy elevadas para los canales españoles.

Según diversas informaciones, Sportfive comenzó pidiendo tres millones de euros por la transmisión del partido y fue rebajando la oferta hasta los 800.000 euros, aunque no encontró finalmente comprador. Consultadas el martes, la cadena Telecinco, que transmitió el último partido Georgia-España (0-1), y la televisión pública TVE aseguraron que no iban a ofrecer el encuentro por falta de presupuesto.

"El coste que se pide actualmente no corresponde a los criterios de rentabilidad de la cadena", explicó por ejemplo un portavoz del grupo Mediaset, propietario de Telecinco.

Más insólito aún, las emisoras de radio tampoco entraron al partido, ya que se negaron a pagar los 25.000 euros que reclamaba Sportfive a cada una de ellas y sus enviados especiales están transmitiendo el partido desde sus habitaciones de hotel, siguiendo las imágenes de la televisión bielorrusa.

En la historia de la selección, el último precedente de un partido no emitido fue en 1983, un Malta-España, pero no por cuestiones económicas, sino técnicas. En aquella ocasión una delegación especial de TVE realizó un viaje de ida y vuelta a Malta para grabar el partido y emitirlo en España con cuatro horas de diferencia.

Con todo, ayer internet y las antenas parabólicas permitieron a un reducido número de españoles poder seguir el partido en directo.

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