Espías, conspiraciones, silencios, incertidumbre, planes B... Son ingredientes de una película de suspense, pero también aspectos que rodean el eventual fichaje de Cristiano Ronaldo por el Real Madrid, un conflicto que amenaza con perpetuarse.

No hay día en el que no aparezca un rumor más que permita seguir esta trama que parece interminable. El último, que el propietario del jugador, el Manchester United, ha contratado espías para seguir de cerca cada movimiento del jugador portugués.

Entre tanto, las informaciones sobre el desenlace son contradictorias. Unos rotativos aseguran que el Real Madrid sólo tiene el objetivo de fichar a Ronaldo, mientras otros afirman que Ramón Calderón, el presidente blanco, maneja un plan B por si fracasa la operación deseada.

Y, mientras, el Manchester asegura que Ronaldo se incorporará al grupo la próxima semana y que no hay posibilidad de traspaso.

Pero pocos entienden en qué punto está el caso y extraña mucho que todavía no haya habido un desenlace al conflicto. De hecho, el silencio del jugador también sorprende a todos y la realidad es que el portugués nunca ha afirmado que quiera ir al Madrid.

Además, el Barcelona también permanece atento al desenlace de la historia, pues también podría verse implicado. La prensa catalana anunciaba ayer que el Madrid iría a por Karim Benzema, pretendido también por el Barcelona, si fracasa la gestión por Ronaldo.

Ni siquiera Bernd Schuster, entrenador blanco, sabe qué está sucediendo tras reconocer que Ronaldo es una obsesión del club e instar a la directiva a activar una solución de urgencia.

Porque el Real Madrid no ha fichado aún a un solo jugador. Ha apostado muy fuerte por Ronaldo, qué duda cabe, pero Schuster estima que el equipo necesita refuerzos para disputar todos los títulos en juego, especialmente la Liga de Campeones, en la que ha caído en octavos de final durante los últimos cuatro años.