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El peligro de la ansiedad

  • Jiménez insiste en la necesidad de "jugar con inteligencia", aunque sin desdeñar el impagable apoyo de la grada en una cita histórica · El técnico de Arahal recuerda que el partido durará 90 minutos

En la rueda de prensa oficial organizada por la Champions, Manolo Jiménez basó su mensaje en la necesidad de saber jugar con el resultado y con el tiempo en juego, 90 ó 95 minutos en los que el Sevilla tendrá como ayuda el apoyo de la afición. El marcador de salida sonríe al Fenerbahçe, pero sobre el césped habrá un equipo con calidad y capacidad suficiente como para neutralizar el 3-2 de la ida.

"Con un resultado equilibrado como un 0-0 posiblemente podíamos hablar de que seríamos los favoritos jugando en casa, aunque sabiendo que cualquiera puede ganar a cualquiera. Sí es cierto que tuvimos la oportunidad de traer un resultado muchísimo mejor al que sacamos, aunque yo no me conformaba con el 2-2, pero tuvimos la desgracia del tercer gol, aunque evidentemente la realidad es que partimos con un resultado en contra y vamos a tener que remar más para pasar la eliminatoria porque el empate no nos vale", comentaba el técnico de Arahal, que se atenía al resultado para hablar de favoritismos: "Por el resultado yo diría que son ellos, pero nosotros no nos sentimos inferiores al Fenerbahçe ni a nadie".

El papel de la afición será clave y Jiménez lo reconoce, aunque también matiza que no será definitivo, como casi nada en el fútbol. "Que marque el primer gol, que apriete, que anime, que nos lleven en volandas y nosotros, después, ya confiamos en nuestra capacidad para sacar este partido. El ambiente que va a haber, el colorido que va a haber, las ganas que tienen los jugadores... en la pizarra siempre es fácil diseñar un sistema o el desarrollo que le quieres dar a un partido, pero después se dan otras circunstancias externas que intervienen en el fútbol. Vamos a intentar que sean todas positivas y que al final en esta sala podamos hablar de que el Sevilla está en cuartos de final, lo que será un gran acontecimiento para la ciudad y para el fútbol español", puntualizó.

El preparador sevillista también sabe que la excesiva motivación externa puede ser un arma de doble filo, porque siempre se corre el riesgo de caer en la ansiedad. "En un partido con tanto colorido y con tanto sonido, tan vibrante como el que vivimos en Estambul, sabéis que el afán de la gente y su ánimo constante puede demandar al equipo a atacar y atacar, y eso es peligroso si no se tiene la inteligencia para contrarrestar al rival cuando tiene el balón. Un ataque tuyo no se puede convertir nunca en un contragolpe. Hay que tirar para adelante, pero sabiendo que detrás está nuestra portería", advirtió el ex mundialista, poniendo como ejemplo el último encuentro de Liga disputado en Riazor. "Nuestros errores nos costaron el partido, porque la inteligencia hay que utilizarla. Los pequeños errores son los que nos están imposibilitando no ganar los partidos en los que nos imponemos por juego", precisó destacando también que el once titular en La Coruña fue el más idóneo: "El equipo que saltó contra el Deportivo, por lesiones, por bajas y por el partido que tenemos mañana, era el más competitivo que podíamos sacar. Pero hay que tener tranquilidad. Ni la semana pasada era el Barcelona el campeón de Liga ni esta semana tiene la Liga perdida".

Para abrochar esta teoría, Jiménez recordó una ley incuestionable al hablar de las dos competiciones. "En Liga hay tiempo de reacción, en Champions no se pueden tener errores", zanjó.

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