Ni jugando mal, gana, evidentemente, ni tampoco cuando lo hace bien. Tampoco cuando tiene opciones y depende de sí mismo este débil Baloncesto Sevilla que se crece cuando tiran del carro (y los dejan tirar) los jóvenes y los que saben de esto, como fue el caso ante un Gran Canaria al que tuvo contra las cuerdas pese a sus 24 pérdidas de balón. Pero dos de ellas de Woodside consecutivas cuando quedaban menos de dos minutos y una mala elección en el último ataque diseñado por Scott Roth con su pizarra desde el banquillo mandó al cuadro hispalense de vuelta a casa con otra derrota en el zurrón. ¿Pasará algo de una vez o los que pueden y deben tomar decisiones seguirán sin sentir ni padecer? Para eso están en un cargo de responsabilidad de un club con más de 26 años de historia, no sólo para tuitear de vez en cuando y criticar a una triste afición o echar balones fuera señalando a otros culpables de esta situación.

Y es que el CB Sevilla demostró actitud y ganas. No es colista por falta de eso o de calidad, sino por otros motivos como evidenció ante un plantel de lujo liderado por Aíto García Reneses. Un técnico que, a diferencia del visitante de ayer en el Gran Canaria Arena, sí tiene sus papeles en regla y una trayectoria para confiar en él aun cuando su balance, como pasó en su primer año en Sevilla, fuese 3-11. Así llegó Roth a Las Palmas y se va con un 3-12 porque no fue capaz de dar a su equipo el plus que un entrenador debe otorgar desde el banquillo.

No lo hizo en la última acción del partido en la que el balón, con 0,7 segundos de tiempo, fue desde la banda a las manos de Byars cerca de la zona y nada menos que ante los 2,20 metros de Tavares. De locos. El tapón estaba cantado. Pero tampoco hizo nada para que sus jugadores cerrasen el rebote mejor (hasta 17 capturas en ataque cogieron los locales) ni para frenar las acometidas del Gran Canaria cuando, con 59-64, Aíto tiró de manual para iniciar la remontada jugando con los dos bases: uno que decían era duda, Bellas y que acabó jugando 29 minutos y anotando 18 puntos, y Oliver. La misma jugada que hizo cuando el CB Sevilla mandaba por 36-44 en el tercer cuarto. Roth no aprendió la lección.

El cuadro andaluz se desactivó, Woodside perdió el norte y sólo dos triples salvadores de Berni Rodríguez desde ocho metros mantuvieron la ilusión para entrar en los últimos 40 segundos con 68-70 y bola tras una pérdida local. Hernangómez asumió la responsabilidad, Tavares lo taponó y en el contragolpe Kuric golpeó fácilmente desde el triple ante las facilidades dadas por Byars en su defensa. Pudo decidir Porzingis después, pero su lanzamiento desde cuatro metros se fue al aro. Lo demás, ya se sabe.

La gestión del último minuto del partido fue muy mala, más allá de que en el equipo hubiese nervios y que los árbitros dejasen a los amarillos meter más la mano que a los de verde, que también. Porque bien pudo el CB Sevilla ir alguna vez más a la línea de personal y sumar algún tiro libre más a los sólo cuatro que lanzó en todo el partido. Sí, apenas cuatro.

 Pero todo esto no es sino una  consecuencia más de todos los despropósitos de esta temporada, desde empezar el curso con un entrenador que, más allá de sus habilidades, no se puede levantar a protestar hasta apuntar a la juventud como el único mal. 

Porque Hernangómez es uno de esos jóvenes y fue él quien tiró al principio del carro. Con el madrileño en estado de gracia (10 puntos y cinco rebotes en el primer cuarto), el conjunto de Roth hizo frente a la agresiva puesta en escena de un Gran Canaria muy intenso atrás y eléctrico en ataque aprovechando la inspiración de Newley. La tempranera segunda personal del gigantón Tavares en el minuto tres dio riendas sueltas a Hernangómez ante Kendall en el primer acto, pero en el segundo, pese a estar calentito, Roth no le dio bola. Tampoco a Álex Urtasun. Gestión de plantilla será.

Pero no era el día para ver un buen partido de baloncesto, aunque no le faltó emoción y momentos de locura en los que unos y otros encadenaban fallos y errores. Se veía que los pequeños detalles iban a decidir el choque y de eso anda cortito el conjunto hispalense, que, hoy por hoy, no tiene en el banquillo a alguien capaz de marcar la diferencia para ganar.

Ficha técnica:

71. Herbalife Gran Canaria (20+13+17+19): Oliver (8), Kuric (9), Newley (9), Báez (4) y Tavares (12) -cinco inicial-, Urtasun (3), O'Leary (2), Paulí (-), Kendall (6) y Bellas (18).

70. Baloncesto Sevilla (18+21+15+14): Woodside (6), Urtasun (2), Byars (8), Oriola (9) y Hernangómez (14) -quinteto inicial-, Rodríguez (12), Porzingis (13), Radicevic (2) y Balvin (4).

Árbitros: Martín Bertrán, Pérez Niz y Caballero. Sin eliminados.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimoquinta jornada de la Liga Endesa disputado en el Gran Canaria Arena ante 6.038 espectadores.