El centrocampista internacional polaco del Sevilla Grzegorz Krychowiak acabó este martes con una fisura costal la final de la Supercopa de Europa que su equipo perdió 5-4 ante el Barcelona, en Tiflis, por lo que deberá reincorporarse de forma progresiva a los entrenamientos de la plantilla sevillista.

El polaco sufrió la fisura en un lance del partido jugado en Georgia, donde empezó de central por las numerosas bajas en defensa del equipo de Unai Emery, hasta que a los 80 minutos ocupó su puesto habitual de mediocentro al entrar el lateral brasileño Mariano Ferreira por Vicente Iborra y pasar Coke Andújar al eje de la zaga. Krychowiak "se irá incorporando a los entrenamientos en función de la tolerancia al dolor que vaya mostrando", informa en un parte médico el club, que indica que el polaco "incluso acabó el partido vendado" y pone su lesión como ejemplo del "esfuerzo titánico" que hizo el equipo para igualar un 4-1 adverso y forzar la prórroga.

Según el Sevilla, el mediocentro polaco es el único jugador que sale tocado físicamente de la final, pues las molestias sufridas por el extremo Víctor Machín Vitolo son las propias después de un encuentro de gran intensidad como el de esta Supercopa europea. Por otro lado, el club señala que el centrocampista francés Steven N'Zonzi está "clínicamente bien", después de que fuera baja al ser el más afectado por la gastroenteritis causada por salmonela que también sufrieron sus compatriotas Adil Rami - el único de ellos que jugó - y Timotheé Kolodziejczak. Nzonzi, fichado este verano por el Sevilla al Stoke City inglés, se encuentra, no obstante, pendiente de someterse a "nuevas pruebas en el hospital para ver su evolución".