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Un propósito de enmienda colectivo

  • Krychowiak, en la línea de Emery, asume el pésimo "estilo de juego" y pide perdón al sevillismo

Algunos abonados, al abandonar el frío del estadio para buscar el calor del hogar o del bar, mascullaban en voz alta: "Yo no vuelvo más". La imagen del Sevilla ante el Celta fue paupérrima por circunstancias que ya han quedado más o menos analizadas. El largo parón navideño del Sevilla fue aprovechado por su cuerpo técnico para realizar una minipretemporada y eso, unido al lógico receso competitivo y a los excesos propios de las fechas, deparó un juego espeso e infumable.

En el vestuario del Sevilla también son conscientes de ello y ayer, por ejemplo, Krychowiak pidió disculpas a través de su cuenta en Twitter. "Sevillistas. Perdón por el partido de ayer. Ganamos, a pesar de que nuestro estilo de juego no fue bueno", afirmaba el polaco, quien añadía el siguiente comentario: "Es algo en lo que tenemos que trabajar. Esperamos corregirlo lo más rápido posible".

Hay propósito de enmienda en el Sevilla para no volver a dar una imagen tan pobre. Ante un rival que, además, jugó 70 minutos con un hombre menos, el equipo de Emery fue superado en muchas fases del partido, no tuvo posesión de la pelota y apenas le pudo dar continuidad al juego, salvo cuando apareció Reyes. Parecía que les hubiesen puesto plomo en las piernas a sus jugadores, mientras que los del Celta volaban a su lado.

Emery, en la rueda de prensa posterior al partido, ya pidió disculpas y habló del sobreentrenamiento que la plantilla ha tenido desde que regresara al trabajo antes que ningún equipo, el 26 de diciembre, al no jugar la decimosexta jornada.

"El fruto de ese trabajo se verá en el futuro", aseguró Emery, quien sabe que los meses de enero y febrero llegan cargadísimos de partidos y aprovechó este largo parón de 20 días entre el encuentro ante el Eibar y el del Celta. Sobre todo en los primeros días del regreso al trabajo, el equipo tuvo dobles sesiones y mucha tralla física. Y el lastre se hizo más que palpable. El técnico espera que los jugadores hayan cargado así sus baterías para jugar cada tres días.

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