El mundo del automovilismo universitario está claramente marcado por la Fórmula Student, una competición entre más de 600 universidades de todo el mundo conformado por distintas pruebas en las que la ingeniería tiene un valor fundamental.

A lo largo de todo el panorama intercontinental se desarrollan diferentes pruebas, las cuales tienen un método de acceso a las que no todas las universidades pueden hacer frente.

La Universidad de Sevilla, bajo la denominación de ARUS, ya ha presentado seis monoplazas de combustión y dos eléctricos y es el único combinado español que compite en ambas categorías, algo que no está al alcance de muchos.

El acceso a las diferente pruebas se hace mediante exámenes, y son la única manerar de poder competir posteriormente en dichas pruebas. Esos exámenes se realizan en conjunto, bajo las directrices de un libro de ruta marcado por la organización, que especifica dentro de qué parámetros enmarcar las hojas de ruta de cara a la construcción del vehículo.

Una vez pasadas esas pruebas de acceso, hay varias para evaluar, en primer lugar, la seguridad. Si el coche no pasa estas comprobaciones, el equipo queda eliminado completamente. Posteriormente el funcionamiento se divide en pruebas estáticas y dinámicas. Todas las evaluaciones se puntúan de manera independiente y después de esto se saca un computo global.

De las estáticas son tres, una es la presentacion de un plan de negocio ante supuestos inversores, otra prueba es de costes, justificarlos y demás y, por último, también justificar por qué se ha elegido el diseño en cuestión del monoplaza. “En las pruebas estáticas estamos teniendo grandes resultados porque ahí no influye el presupuesto, sino los conocimientos”, argumenta Gonzalo Armijo, representante del equipo ARUS.

Las dinámicas, por su parte, consisten en comprobar el agarre lateral del coche, aceleración, una vuelta rápida al circuito y resistencia. Para pasar dichas pruebas, antes hay que pasar unas inspecciones técnicas muy fuertes, ya que la seguridad es lo primero en este tipo de competición y es algo que no consiguen la mayoría de los equipos.

El proyecto en España está cogiendo valor ahora, pero en otros países como Alemania es fundamental para muchísimos ingenieros pasar por la Fórmula Student si luego quieren conseguir una plaza en grandes compañías como Audi, Mercedes, Volkswagen o BMW.

El equipo sevillano es pionero en Andalucía y está compuesto por entre 90 y 100 estudiantes que ponen todas sus ganas en un proyecto que, a pesar de que les quita horas de ocio, les otorga la oportunidad de poner sus vistas de futuro en proyectos ambiciosos como éste, en el que pueden poner en práctica todo lo aprendido durante sus carreras, equivocarse y aprender sin parar en un proyecto que es más que ilusionante.